Jorge Lang-Lenton Díaz, ex secretario general del Ayuntamiento de Telde, falleció ayer en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria a los 80 años de edad. El funcionario, miembro de una de las tradicionales familias de la capital, es recordado como una de las piezas claves en el desarrollo del municipio teldense y como una figura que mostraba gran seriedad en su trabajo.

El 5 de mayo de 1975 Lang-Lenton entró a formar parte del gobierno local de la ciudad de Telde tras haber ejercido sus funciones bajo el mismo cargo en San Mateo. Desde que llegó al municipio comenzó su actividad demostrando una gran dedicación en sus labores, las que desempeñó durante 30 años bajo el mandato de cinco alcaldes diferentes. En diciembre de 2014 se jubiló en la ciudad con el homenaje pertinente por sus años de trabajo.

Cuando se habla del ex secretario, se le identifica como uno de los exponentes claves que contribuyeron en el crecimiento social, cultural y económico del municipio, con una trayectoria laboral que no dejó indiferente al gobierno local.

Su transparencia ante los ciudadanos y ante la prensa era una de sus cualidades principales, mostrando siempre a los medios de comunicación un fácil acceso, pudiendo estos acudir a su despacho a consultar los expedientes de los plenos para ver los temas tratados por la institución. Se cercanía con el pueblo también lo caracterizaba, llevando a cabo compulsas de documentos directamente con los ciudadanos.

Sus compañeros lo recuerdan por el trato cordial y amistoso que siempre tuvieron con él, considerándolo como figura esencial en el equipo aunque solía mostrarse, la mayoría de las veces, como un hombre serio. Y de tal seriedad se habla cuando se hace mención, también, a sus gustos musicales, que daba a conocer cuando se encerraba en su despacho y dejaba que la música clásica inundara cada rincón de entre las cuatro paredes que lo rodeaban durante su jornada laboral. Una vida dedicada a la gestión municipal, a satisfacer las necesidades de los vecinos y a atender las demandas de sus ciudadanos. Un hombre que no dudó embarcarse en esta ciudad para derrochar en ella todos sus conocimientos, cuidarla y mimarla como si de un hijo se tratara. Ahora, un 'hasta pronto', que no un 'adiós', le dice una teldense agradecida su dedicación.