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Pleno ordinario de enero Una sesión sin mociones rechazadas

Las distintas sensibilidades ante el circo obligan al pacto a votar por separado

La declaración de Telde como ciudad libre de circos con animales suscita un largo y en momentos tenso debate que acaba con 16 votos a favor y 10 abstenciones

Las distintas sensibilidades ante el circo obligan al pacto a votar por separado

La frase circense "...y más difícil todavía" se hizo realidad ayer en Telde, pero no precisamente bajo una carpa, sino en el salón de plenos de las Casas Consistoriales, que celebró la sesión ordinaria de enero. Una moción presentada por el portavoz de Unidos por Gran Canaria (UxGC), Juan Antonio Peña, para la declaración de Telde como ciudad libre de circos con animales propició un hecho insólito en lo que va de mandato: la división del voto en el grupo de gobierno tras dar los partidos que lo integran libertad de voto sobre este asunto, ante las distintas sensibilidades mostradas por sus miembros. Incluso se llegó a hablar de una consulta popular sobre este asunto.

Así, la propuesta de Peña, quien defendió que cada vez son más las ciudades que rechazan espectáculos donde actúen animales "por el sufrimiento que se les provoca", logró su objetivo y ocho concejales del gobierno -los siete de Nueva Canarias y Álvaro Monzón, de Más por Telde- apoyaron la moción junto a los ediles de Unidos, Se Puede Ganar y Coalición Canaria. En total, 16 votos a favor y 10 abstenciones para situar al municipio en el mapa de las ciudades defensoras de los animales y que obliga a la adaptación de otro acuerdo aprobado en 1998 sobre el circo, cuando la ciudad se declaró también amiga de este tipo de actividad. Desde el gobierno local no se estimó que hubiera contradicción alguna y donde se dijo digo se dirá diego, por lo expresado ayer.

Se Puede Ganar, por medio de Esther Rodríguez, y Coalición Canaria, con Gloria Cabrera, respaldaron la propuesta suscribiendo lo dicho por Peña sobre lo que denominó someter a los animales a situaciones antinaturales. El portavoz de UxGC fue tajante: "no es natural que un elefante dé volteretas".

Celeste López, portavoz de Nueva Canarias, matizó que el debate no tenía nada que ver con el circo que desde mediados de este mes y hasta el 7 de febrero se ha instalado en Telde porque tiene todos los papeles en regla y cumple los requisitos exigidos. López extendió su defensa de los animales con la crítica a las peleas de gallos y otros actos donde se les degrada y anunció que su grupo apoyaba la moción, respaldo al que se sumó, sin hacer comentarios, Álvaro Monzón, de Más por Telde, edil que no se asbstuvo como hicieron sus compañeros de partido.

Pero lo que parecía la escenificación de una ruptura consentida, las intervenciones de Alejandro Ramos (PSOE) y Juan Francisco Artiles (Más por Telde) dieron un giro más de tuerca en el entonces debate de guante blanco. Ambos afilaron las garras y expusieron unos argumentos donde por momentos tensaron el ambiente, al considerar oportunista e incluso inconsistente la propuesta de Peña.

Así, Alejandro Ramos mostró su disconformidad que se diga que en el circo se maltrata a los animales, pero no se diga nada de los espectáculos en piscinas o con rapaces. "Este tema abrió un debate en nuestro partido y nos acercamos al circo para comprobar cómo funciona y hemos de decir que cumple con la legislación, no he visto que se trate mal a los animales, que solo aparecen en espectáculos de magia. En un fin de semana acudieron 7.000 personas e igual habría que plantear una consulta popular para conocer la opinión de la ciudadanía de Telde".

Artiles, por su parte, realizó una intervención marcada por la ironía -en algunos momentos sarcasmo- al alegar que el gusto por el circo es más un tema individual, de sentimiento más que colectivo y en todo caso, de ponerse exquisita la corporación en la defensa de los animales, ésta debería extenderse a todos ellos, no sólo a los que integran los espectáculos circenses. "Si hay voluntad por defender a los animales, tendríamos que plantearnos entonces suprimir tradiciones autóctonas como el arrastre, las carreras de caballos en el asfalto o parar la matanza de cabras".

Sonsoles Martín, por el PP, y Juan Martel, miembro del pacto, consideraron que no se puede ir contra la gente si hay tradición por el circo y ambos partidos se abstuvieron.

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