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Kickboxing con nombre de mujer

Un joven de Telde instruye en su local de El Calero, donde la alumna más pequeña tiene seis años

Kickboxing con nombre de mujer

El kickboxing es un deporte de contacto, "no son artes marciales". Un mundo amplio de compañerismo, sacrificio y respeto en el que la figura de la mujer siempre ha sido escasa. Parece que los tiempos han cambiado y, cada vez más, las féminas tienen su lugar en esta disciplina donde la actitud y el carácter son esenciales. Así lo aseguró la pareja formada por Rafa Cazorla y Noemi Núñez. Ambos practican esta modalidad deportiva y en marzo de este año cumplirán su primer aniversario con su escuela Team Rafa Cazorla en el barrio de El Calero.

Diariamente niños y adultos acuden a que el instructor les enseñe como desempeñar las técnicas del kickboxing. Cada tarde, su grupo formado por ocho menores de entre seis y doce años, de los cuales más de la mitad son niñas, se reúne en el gimnasio donde se les inculca disciplina. La misma que reciben los alumnos de mayor edad.

Para Cazorla es muy importante la actitud de sus discípulos, "porque no todo es técnica, eso puede conseguirse con el tiempo, pero la disposición es fundamental", explica. Un esfuerzo por partida doble que las mujeres deben hacer para triunfar en este mundo, ya que, aunque cada vez hay más, "todavía somos minoría". Así, Noemi Núñez afirma que es algo que el conjunto femenino tiene asumido en este campo, "nosotras tenemos que demostrar el doble para que nos respeten, porque siempre ha sido un deporte de hombres". Aún así, parece que la tortilla se ha dado la vuelta y las niñas son introducidas por sus padres en la actividad desde pequeñas.

"El problema es que muchas mujeres piensan que es agresivo y les da vergüenza, pero una vez prueban les gusta y se quedan", aseguró Cazorla, que entrena en su local a varias jóvenes que se superan día a día. Tal y como lo ha hecho su pareja. Núñez comenzó hace seis años y, desde entonces, no sólo practica sino que, hasta hace unos meses, dio clases. Además, es una fanática de la normativa y tiene el título de árbitro para combates. "Lo vive más que cualquier hombre, le encanta conocer el reglamento y las normas, es una pasada todo lo que sabe", comentó su pareja.

Ambos opinan que las mujeres deberían dejar los prejuicios de lado y probar, ya que se trata de "superación y motivación". "Es un lugar al que vienes sin saber nada y te vas, desde el primer día, con algo aprendido y totalmente realizado", añaden. Cuentan que es un buen ambiente para aprender a relacionarse, "porque reina el compañerismo, el equipo que somos basado en el respeto y la piña que formamos. Nos apoyamos y ayudamos con lo duro que pueda llegar a ser".

Un comportamiento y sacrificio que el profesor entiende más que nadie. "Ahora me levanto a las cinco de la mañana para entrenar de seis a siete, después me voy a trabajar y, por la tarde, doy las clases", explica. Actualmente se prepara para asistir, como aspirante a campeón mundial, en la competición privada Enfusion Live donde participarán profesionales de todo el mundo.

Tanto él como su pareja saben lo difícil que es compaginar su vida con una pasión mutua como esta, pero los dos coinciden en que "merece la pena". Cazorla ha sido cuatro veces campeón de Canarias, dos subcampeón de España, y otras dos campeón nacional. En este momento, de 42 combates, tiene 31 victorias y 11 derrotas. Fracasos que, asegura, no suponen nada si este deporte sigue avanzando y, cada vez más, las mujeres son las que toman las armas de kickboxing.

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