El viaducto de San José de Las Longueras permanecerá en funcionamiento hasta que el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Telde acuerden una solución consensuada sobre esta vía, que desde hace casi un año se abrió para permitir el acceso a ese barrio desde la avenida Alcalde Alejandro Castro, en la circunvalación del municipio. Pero después del tiempo transcurrido sin encontrarse una solución definitiva, la corporación insular pretende acabar con la actual situación por motivos de seguridad y salud, según se aconseja en el último informe elaborado por sus técnicos.
El consejero insular de Vías y Obras, Ángel Víctor Torres, declaró ayer que "no vamos a cerrar de inmediato ese ramal porque nuestra intención es sentarnos con los responsables municipales para abordar, eso sí, una solución urgente y definitiva sobre el viaducto porque no puede seguir usándose como se hace desde hace casi un año, ya que el permiso para su apertura se dio como solución provisional y a petición del Ayuntamiento".
Torres, quien no fijó una fecha concreta para el encuentro, indicó que en los próximos días o como mucho en unas semanas expondrá al grupo de gobierno la necesidad imperiosa de solventar la actual situación de este tramo por motivos de salud y seguridad.
Una situación que comenzó en marzo de 2015, cuando el anterior grupo de gobierno municipal solicitó al Cabildo grancanario su permiso para abrir el viaducto en plena celebración del carnaval para desahogar el tráfico. La solución, en principio provisional hasta que pasaran las carnestolendas, aunque sigue hasta la fecha, consistió en poner conos en el carril ocupado por la torreta de la luz colocada en la mitad de uno de los dos carriles de subida del viaducto. Así, con el otro habilitado los conductorse pueden acceder a San José de Las Longueras, pero la presencia de la instalación, que obligó al cierre de la infraestructura viaria casi desde su finalización, es el principal obstáculo para la seguridad de sus transeúntes. Pero la solución es meridianamente clara: o desaparece o se eterniza el problema.
"Los técnicos han actualizado el informe sobre el viaducto y en él se señala que debe solventarse este problema y prohibir que se siga permitiendo el acceso de vehículos por motivos de seguridad", recalcó Torres, quien anunció que la decisión de su departamento se abordará con los responsables municipales para que se solvente definitivamente su uso.
Torres recordó que está en manos del Ayuntamiento de Telde la gestión con la treintena de propietarios de la parcela para solucionar el problema de la torreta y que después el Cabildo y la corporación local deberán encontrar una fórmula para que una de las obras estrella de la red viaria municipal tenga por fin sus cuatro carriles en pleno funcionamiento y sin más líos.
Este proyecto, con un importe de seis millones de euros, se inició en julio de 2008 con la colocación de la primera piedra del futuro viaducto, pero diversos retrasos y cambios en el presupuesto inicial de 4,4 millones de euros, han prolongado en el tiempo su esperada inauguración. Se planteó como una especie de hermano gemelo del puente de El Rincón, en la capital grancanaria, pero de momento solo se le parece en su imagen.
Desde Urbanismo se trabaja para conseguir resolver el expediente de expropiación de la torreta, pero la importante cantidad de afectados hacen, cuanto menos, complejo una solución fácil. Las reuniones previstas por el edil del área, Juan Francisco Artiles, con los propietarios serán clave para desatascar un asunto que, como ha ocurrido con otros en el municipio, se han convertido en un clásico sobre las decisiones políticas.
