Telde, según relata en su libro El Obispado de Telde el historiador Antonio Rumeu de Armas es la primera sede eclesiástica del Atlántico, pero en el Museo Arqueológico Nacional no se han enterado todavía. En el mapa de España que expone a la entrada, Canarias y, por ende, el municipio, están situados debajo de Baleares, en un recuadro que le resultará familiar a miles de canarios -y españoles- que estudiaron durante décadas la geografía estatal en colegios e institutos.
Gloria Cabrera, concejala de Coalición Canaria (CC) mostró en una moción presentada en el pleno de ayer la repulsa de su partido -que también la presentó en el Cabildo- por la reiteración de este error en la cartografía nacional y más en un recinto cultural de la categoría que se le supone al Arqueológico. Cabrera expuso que en la Antigüedad ya se conocía la exacta ubicación del Archipiélago y propuso al resto de los ediles la aprobación de su propuesta para que se sitúe a Canarias donde toca.
Celeste López, concejala de Nueva Canarias, manifestó el apoyo del grupo de gobierno -la votación final fue unánime- a la iniciativa de CC y calificó de "falta de respeto y desconocimiento" que no se resuelva el error, "ya que se trata de una maqueta digital donde no hay problema para hacerlo". Pero fue más allá, "que se quite a las Islas del Mediterráneo en todos los mapas de la red de museos del Estado".
No fue el único asunto allende de las fronteras municipales que se trató en la sesión correspondiente a febrero. Una moción a favor del pueblo saharaui, la revisión del cupo de capturas de atún rojo para la flota artesanal canaria o la declaración del Archipiélago como zona desmilitarizada sazonaron un pleno internacional, si no el más, de los últimos tiempos en las Casas Consistoriales de San Juan.
De hecho, la moción de Se Puede Ganar relativa a Canarias como zona de paz, vecindad y cooperación, tuvo su curiosidad a la hora de votarla, ya que se hizo por puntos. Cada uno de los cinco puntos que componían la propuesta presentada por Guillermo Eugenio fue votado por separado para contentar a tirios y troyanos. Unidos por Gran Canaria y el Partido Popular anunciaron su apoyo si se anulaban los dos primeros puntos -desmilitarización de Canarias y eliminación de las bases- y tras un atropellado debate sobre cómo se votaba y qué se votaba finalmente, salió adelante por partes que, según la definición académica, su conjunto forma un todo. Pues eso...
Asimismo, resultó novedosa la información en forma de advertencia de Guillermo Reyes, de Unidos por Gran Canaria, a la alcaldesa, Carmen Hernández. Reyes reprendió a la presidenta de la corporación municipal por su costumbre de rematar las mociones cuando el cierre debe hacerlo el ponente, "algo que le aseguro no le permitiré en mi turno" en alusión a la intervención de la portavoz popular, Sonsoles Martín, que vio cómo dos concejales del grupo de gobierno y luego Hernández le respondieron sobre una moción sobre un plan especial para Jinámar.
Reyes destacó que su partido había ganado un recurso ante la sala de lo Contencioso por una costumbre idéntica del exalcalde de Mogán y definió la situación pasada por Martín como "un tres contra uno que no se debe permitir". Hernández mostró su sorpresa por el argumento del edil de Unidos y alegó que lo consultaría, aunque desde ese momento el cierre del turno de las mociones las realizó el ponente. Ruegos, muchas preguntas, felicitaciones y pésames pusieron el finiquito a la sesión.
