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Sociedad Memoria Histórica en Telde

Un documental analizará la represión franquista en la Sima de Jinámar

Juan José Monzón grabará en el interior con un equipo de espeleólogos para mostrar su estado - "Se trata de dar voz a las víctimas, pero sin revanchismo"

Juan José Monzón Gil junto a la escultura del Betunero, en San Gregorio.

Un documental sobre la Sima de Jinámar, en el municipio de Telde, con una duración estimada entre una hora y 90 minutos, pretende acercar a los ciudadanos los trágicos hechos que hicieron tristemente famoso a este paraje durante la Guerra Civil y la posterior dictadura de Francisco Franco. La muerte de un incontable número de vecinos del municipio y de otras localidades de Gran Canaria que fueron arrojados a este agujero volcánico perpetúa la leyenda negra de la Sima, pero los años transcurridos ha ido difuminando lo que realmente supuso para numerosas familias aquellos acontecimientos. El permiso concedido por el Cabildo de Gran Canaria para grabar las imágenes será la gran oportunidad para que se conozca su realidad.

"Me planteo el documental para dar voz a la memoria del olvido, a toda aquella gente que fue arrojada a aquel agujero volcánico por defender unos ideales constitucionales, unos ideales republicanos. Mucha gente que arrojaron allí vilmente asesinada por ser anarquista, sindicalista, gente que no había hecho nada malo, simplemente defendían sus ideales frente a unos sediciosos que se alzaron contra un régimen legalmente establecido como fue la República". Así explica Juan José Monzón Gil (Telde, 1968) su proyecto audiovisual, una tarea que nace de una anterior y primera experiencia en el mundo del cine, su cortometraje El Paseo, realizado el año pasado.

"Aunque no tengo ningún familiar represaliado por el franquismo ni amigos con familiares represaliados, desde niño había oído muchas historias sobre la Sima de Jinámar y es en julio del año pasado cuando presento mi cortometraje, El Paseo, al certamen Visionaria, conceptos de Isla, que estaba dedicado al tema de la Memoria, donde abordo los asesinatos de personas tiradas a pozos, a simas o desaparecidos. Tengo la suerte de obtener el premio del público, para mí uno de los más importantes y a partir de ahí entro en contacto con la Memoria Histórica", añade.

La Sima y su olvidada historia

Músico y asesor en un centro del noroeste de Gran Canaria, después de su experiencia con su cortometraje se adentró en la historia de la Sima de Jinámar después de comprobar que no se había realizado un trabajo monográfico serio y riguroso. Pero no lo hace, como subraya, con un afán de remover nada ni con intenciones revanchistas, "solo como un proyecto pedagógico y divulgativo que rescate del olvido este agujero volcánico, actualmente en un estado deplorable pese a que la tenemos tan cerca de nosotros, de Telde. Cuando subí a la Sima percibí la energía que se respira en ese sitio y de ahí surgió el proyecto", apunta Monzón Gil.

El director de este largometraje documental es miembro del Foro Canario de Víctimas del Franquismo y es en este colectivo donde se nutre Juan José Monzón para empezar a desarrollar su idea sobre la Sima de Jinámar. Ha contado con la colaboración de historiadores, familiares de represaliados, espeleólogos que han bajado a la Sima muchas veces y otras personas que han ido poniendo voz y rostro a quienes fueron arrojados a la Sima. En esa lista de colaboradores se encuentra Jesús Cantero Sarmiento, un hombre que puso en riesgo su vida bajando a la Sima en tiempos de la Dictadura; Agustín Romero, que fue el señor que saca el cráneo de la Sima y cuenta anécdotas del año 1969 como la aparición de ese cráneo con un agujero de bala que está en el Museo Canario; Aarón León, que presentó su tesis doctoral sobre los gobiernos en las Islas y los movimientos obreros; los hermanos Sergio y Agustín Millares Cantero; periodistas como José Luis Morales -pendiente de entrevista en Madrid-; familiares de represaliados como Francisco González Tejera, que cuenta toda su lucha por recuperar la memoria de su abuelo y su tío y se exhume esa fosa común que está en el cementerio de Vegueta y la del arqueólogo Javier Velázquez.

Con todos ellos y otros testimonios y anécdotas el director del documental prevé que tenga una duración de hora u hora y media y con todo el material recogido, a la espera de las imágenes estrella y más contundentes, las del interior de la Sima de Jinámar, augura una labor de montaje ardua para mostrar a los espectadores la importancia de los trágicos hechos relatados en el largometraje.

Monzón lamenta que con los años se vaya difuminando esta negra etapa de la historia en Canarias, "ya que la gente joven no conoce nada de estos hechos y todavía hay muchas personas que no saben ni dónde queda la Sima o no han subido nunca a ella. Con el documental, de carácter pedagógico y divulgativo buscamos que se conozca este lugar, un sitio que es Bien de Interés Cultural (BIC) por el Cabildo de Gran Canaria, pero que está completamente abandonado y que es propiedad privada. No se entiende este abandono, aunque este grupo de gobierno está más sensibilizado con la Memoria Histórica y nos ha dado permiso para realizar la grabación.

Una grabación para que el director se ha tenido que preparar a fondo con lecciones por parte del grupo de espeleología Pernoctadores, "ya que bajaré al cráter volcánico para grabar con material fílmico de gran calidad las imágenes con espeleólogos, pero aseguro que no vamos a tocar nada, vamos a tratar lo que encontremos con sumo respeto. Hemos solicitado varios días para realizar el trabajo y luego nos iremos a grabar al Museo Canario para entrevistar a Javier Velasco y para filmar los restos óseos que se han ido sacando en sucesivas incursiones, que están catalogados y hay un estudio hecho, pero todos son tratados como restos arqueológicos".

El fin último de este documental, enfatiza su director, "es aprovechar todo este enorme potencial educativo, pedagógico, divulgativo sirva para dignificar la figura de esta gente, hacer un museo de sitio como en Alemania, donde han reconocido sus errores y llevan allí al turismo. Toda esa zona del volcán del Gallego, que tiene un alto valor geomorfológico, paisajístico, botánico, histórico y etnográfico ponerlo en valor como se hace en otros sitios, hacer pruebas de ADN con la actual tecnología".

Es un proyecto de gran envergadura, con mucho metraje y su recorrido será que tenga un fin pedagógico, cultural, educativo, "que instituciones como el Cabildo se implique para promocionar y divulgar el documental, que llegue a salas de cine. "A priori no estará colgado en redes sociales o en youtube, tampoco lo está El Paseo, y la gente que quiera venir se le explicará, que sepa lo que aquí pasó, sin ningún afán de revancha, para que esto no vuelva a ocurrir esto. Se intentó instaurar un miedo tan grande que esto fue el laboratorio de modelos fascitas de tortura que luego se aplicaron de represión en territorio peninsular y en Europa. Debemos tratar que se mantenga la llama de la memoria", expone Juan José Monzón.

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