¿Qué es la arqueología del conflicto o arqueología militar?
La visión tradicional del patrimonio militar se ha vinculado a los castillos y otras fortificaciones, pero eso ha cambiado hoy en día. Por una necesidad social por conocer no solo los castillos medievales, sino también las baterías, búnkeres y nidos de ametralladoras desplegadas en la Segunda Guerra Mundial, se plantea la necesidad de estudiar también este patrimonio y en países como Reino Unido en los años 90 se desarrolla un proceso activo de defensa de su valor histórico, económico social y turístico. A mí me interesa todo el patrimonio vinculado a todos los procesos de finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, tenemos muchas baterías de la Isla que son una reacción a la guerra de Cuba -San Juan, La Minilla- y sobre esas baterías en la II Guerra Mundial se colocaron otras. No solo los búnkeres costeros, sino también las posiciones de baterías antiaéreas, que nos están hablando de nuestra historia, de cómo se hacía la guerra antes. Son castillos de hormigón.
¿Dónde se localiza este patrimonio militar en Gran Canaria?
Indudablemente, el principal objetivo militar era la capital y su puerto, por lo tanto aquí hay mucho patrimonio. Los ejemplos más emblemáticos son la Base Naval, que pretendía ser una base de submarinos, con búnkeres como en el norte de Francia, dentro de la guerra submarina alemana en el Atlántico; el Manuel Lois, que es un ejemplo fantástico de ingeniería y construcción. Fuera de la capital, los municipios que comprendían desde Las Palmas de Gran Canaria a la batería de Arinaga, entre ellos Telde, con un gran patrimonio.
¿Qué importancia tuvo Telde en la defensa de la Isla?
Principal. Tenía varios significados. Por un lado porque sus playas estaban a una distancia conveniente para poder desembarcar y tomar la ciudad lo antes posible, antes de que inhabilitaran el puerto. Además, está el aeropuerto, un objetivo prioritario porque eliminas la ayuda española y a la aviación alemana y sientas una base aérea para los invasores, en este caso los británicos. En Telde se conservan todavía muchos búnkeres, que no tenían un gran valor defensivo, pero que podían servir de refugio ante un bombardeo de la aviación y tiene baterías como la de Melenara. Esta batería tiene un valor añadido, como la de San Juan, en la capital, porque fueron las únicas que visitaron los alemanes para asesorar sobre su instalación.
