Cuentan historias duras de supervivencia con lo mínimo existencial e incluso sin nada que llevarse a la boca, según algunos de los testimonios recogidos ayer junto a la puerta cerrada de la Unidad de Trabajo Social de Las Remudas. Son vivencias distintas, pero con una queja unánime y sin discusión: dicen que son mal atendidos por la trabajadora social de esta zona, "que no tramita las ayudas que le solicitamos e incluso se equivoca con temas como los vales de alimentos en la fecha para darlos".
Estas críticas han ido cogiendo cuerpo en los últimos meses y un grupo de usuarios -que asegura que da la cara ante los medios, pero que hay más personas que opinan como ellos- y ha propiciado el inicio de una campaña de recogida de firmas para que la concejalía de Servicios Sociales, dirigida por Natalia Santana, traslade a la funcionaria a otro destino, "porque aquí no la queremos más, no hace bien su trabajo y perjudica todavía más nuestra situación", exponían con una mezcla entre el enfado y el desencanto de meses y años.
Es el caso de Indara Monzón, madre de una niña y un niño de 10 y 12 años, sin trabajo y que vive de okupa en los edificios de los Naranjos desde hace dos años y se ha empadronado hace poco, "pese a que esta trabajadora me dijo que no podía hacerlo". Vive sin agua ni luz "porque no me tramita estas ayudas y me da largas y no puedo pedirlas yo porque aunque La Caixa me ha ofrecido un alquiler social, hasta que no me ayuden tendré que seguir viviendo de la solidaridad de los demás".
Junto a Indara se encuentra Cristina Vega, una joven embarazada de siete meses que lleva dos meses en Las Remudas y que tiene que esperar otros cuatro meses para empadronarse en el municipio. También sin ayudas, como le ocurre a Rubén Darío Lores, un cocinero en paro desde hace tres años y que vive en casa de su madre, pero que no cobra subsidio; Ágora Ramos, que no recibe ayudas "porque me dice esta trabajadora que no doy el perfil de peticionaria" o Brígida Marrero, en paro por sufrir una dura osteoporosis que le impide trabajar y a la que también se le niega apoyo y así un suma y sigue.