Telde se ha caracterizado siempre por acoger un turismo propio de veraneo o de salud para la tercera edad. Actualmente la mayor parte de los visitantes al municipio se concentran en la costa, lo que disminuye la posibilidad de que conozcan el centro histórico y su riqueza arquitectónica. Los apartamentos El Baladero, en San Francisco, llevan desde enero funcionando y, a pesar de las carencias en el propio barrio y San Juan, los resultados hasta ahora son buenos, según las dos promotoras que han puesto en funcionamiento este establecimiento como negocio familiar.
Elena Falcón, propietaria del nuevo edificio de apartamentos El Baladero, apoya que "San Juan es muy bonita pero queda mucho por hacer", mientras lanza una llamada a emprendedores para impulsar locales de tapas, tiendas de regalos y oferta turística. "Ganamos todos, porque hay clientes que me preguntan dónde ir cerca del centro histórico y los tengo que mandar a la costa", explica una de las dueñas.
Falcón asegura que su negocio de seis apartamentos, de dos o tres habitaciones, completamente equipados y garaje, en los que "es como vivir en casa", es ocupado por clientes que buscan "un lugar diferente en el que poder estar lejos de las tradicionales zonas turísticas". La clientela son, en su mayoría, extranjeros o peninsulares, "que vienen por trabajo, buscan hacer senderismo o simplemente recorrer la Isla", y que eligen Telde para pasar sus días. Tal y como ocurrió en la época de los inicios del turismo en la ciudad, cuando el centro histórico fue demandado por escritores y antiguos grupos que buscaban la primavera en medio de tanto paisaje volcánico que proporcionaba la capital.
Telde interesa, en general, al visitante, y una prueba de ello es la cantidad de coches de alquiler que diariamente la visitan, pasando por la Casa Museo hasta la plaza de San Juan, parando en la basílica donde hacen uso de la audioguía "pionera en esta iglesia respecto al Archipiélago". Así lo afirma Antonio González, cronista de Telde.
El también director del museo mira hacia atrás y recuerda cómo de diferentes eran las cosas antes en el sector turístico del municipio, "cuando San Francisco tenía una media de 400 visitantes cada día". Asegura que son unos 300 los que actualmente llegan a la plaza en las guaguas para "estar en la basílica 20 minutos, como mucho, y marcharse sin ver nada más".
González propone un cambio de recorrido del vehículo para que los foráneos recorran a pie el centro, "con el conjunto histórico artístico más amplio de Canarias y su mayor yacimiento arqueológico religioso". Demanda, además, el arreglo de sus calles, desde fachadas, cableado, vallas provisionales o limpieza, hasta la regulación "de las construcciones clandestinas en las azoteas" y los anuncios lumínicos existentes "que están prohibidos".
La señalética en la zona es un reclamo también presentado por varios vecinos, pero apunta el cronista que Mara Vega, técnica de Turismo en Telde, a la que reconoce un gran trabajo y ser de las mejores de la Isla "aunque no tenga recursos para poder hacer cosas", ha presentado un proyecto "que el gobierno autónomo tiene casi aprobado".
"Hace falta más personal en las oficinas de Turismo, más coordinación de las concejalías, el impulso de eventos culturales y que el punto de información esté en la plaza de San Juan con un kiosko donde se hable idiomas", añade, a la vez que recuerda la cantidad de estudiantes que visitan la zona en forma de turismo académico y la necesidad de cuidar los barrios y el patrimonio existente. "Es inversión del gobierno, pero política del Ayuntamiento", sostiene. "¿Cómo explicas cómo llegar a Tufia o a Cuatro puertas si no hay indicaciones ni nada?", critica como aspecto también por mejorar.
Sin duda, hay turismo. Así es a pesar de que el parque urbano de San Juan suele ser una parada para ir al baño por los que vienen en las guaguas que recorren la ciudad. Aunque no haya una abundante promoción en puntos estratégicos del sur de la Isla como los hay de otros municipios o que sean escasos los locales para comer, descansar o empaparse de cultura teldense en el centro. La costa sigue siendo zona principal, pero se mantiene la esperanza en el crecimiento de esta actividad en el casco histórico.
