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Entrevista

Carretero: "Nuestro proyecto de formación es que la persona tenga claro a dónde quiere ir"

"Creamos iniciativas con distintas técnicas artísticas y tecnológicas por una sociedad más justa e inclusiva", afirma la coordinadora de proyectos de innovación social

Inma Carretero. LP / DLP

¿Qué es MeSumaría?

Una organización sin ánimo de lucro que trabaja por una sociedad más justa e inclusiva a través de la educación. Combinamos proyectos con distintas herramientas artísticas y tecnológicas. Intentamos que lo que hacemos se base en emoción, creatividad y aprendizaje. Somos voluntarios, vamos creciendo, y el año pasado presentamos convocatoria a La Caixa a nivel nacional con Imaginarte y fuimos premiados a innovación y transformación social.

¿En qué consiste el nuevo proyecto puesto en marcha?

La creación de una escuela. Arquitectónicamente es antiescuela, ya que queríamos que fuera un lugar donde los alumnos encontraran la diferencia entre la escuela tradicional que les trae malos recuerdos o donde llevaron a cabo el abandono escolar, y encuentren una diferente. Hay un salón, talleres, un ipad por alumno, etc.

¿De dónde surge la idea?

Surgió en noviembre y empezamos hace dos semanas. Abrimos con pocas plazas porque trabajamos la individualidad y la parte colectiva. Son personas que tiene problemas y se encuentran en riesgo de exclusión social. Nuestro trabajo es darles una oportunidad para encontrar una salida a retomar sus estudios o una salida laboral. Sin prometer nada pero trabajando, sobre todo, en la persona, para que tengan claro qué quieren, dónde están, qué necesitan y hacia dónde quieren ir.

¿A quién está dirigido?

A personas desde los 16 años en adelante. Es un grupo heterogéneo, porque creemos que así se alcanza más fortaleza. Tenemos jóvenes que han abandonado el colegio o adultos que están en paro y quieren volver al mundo laboral pero necesitan aprender primero en varios campos. Trabajamos la formación no formal desde la pedagogía crítica. El centro de esta escuela son ellos, la persona, y ya luego desarrollamos el currículum. Tienen que cubrir lo que necesitan aprender en función de hacia dónde quieren ir.

¿En qué centran su labor?

A partir de los sueños de cada uno, vamos a trabajar las competencias, lo que necesitan para alcanzarlos. Tienen que entender que para ello tienen que adquirir conocimientos aunque cueste. Cuando lo saben, deciden si cambian su sueño o su realidad, pero tienen que ser consciente de lo que quieren. Yo pongo mi 50 por ciento, pero les digo que ellos tienen que poner el otro 50. Es aprendizaje para la vida.

¿Cubren algún aspecto más?

Somos muy estrictos. Observamos el comportamiento, la responsabilidad, la puntualidad, el trabajo en equipo, la escucha activa y la tolerancia. Si no lo cumples, no tendrás aquí un certificado. Tenemos 9 alumnos con un máximo de 12 plazas, pero la selección ha sido cuidada y no a todo el mundo que ha solicitado se le ha dado, queremos palpar la motivación de las personas.

¿Cuándo estarán listos para recibir el certificado?

Esta escuela es una entrada para salir y dónde el objetivo es individual. Consigues tu objetivo y te vas, pero a lo mejor otros se quedan. No se gradúan por cursos, sino que tiene que haber una evolución personal, puesto que las razones por las que está cada uno son muy diferentes. Es uno mismo el que valora si está preparado.

¿La subvención es privada?

Sí, entre varias empresas nos han dejado el espacio para la escuela y una aportación económica para el mobiliario. Queremos que los empresarios conozcan de cerca a nuestros alumnos y los apadrinen, porque una vez estén preparados van a necesitar hacer prácticas. Después se verá si se pueden quedar en la empresa o, al menos, reciban cartas de recomendación.

¿Es difícil trabajar con un grupo de personas tan distintas?

Sí. Necesitas un momento para cada uno, pero es rico a la vez, porque la responsabilidad no recae sólo en mí, sino que cae en ellos mismos. El alumno conecta con lo que estamos haciendo y no es impuesto. El mezclarse con diferentes personas y problemas hace que olviden los propios y se relativice.

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