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Manuel Rebollo: "La hegemonía del tomate canario hasta 1960 ayudó a Gran Canaria"

El doctor en Historia e investigador, expuso ayer en la Casa del Agricultor de La Pardilla el pasado, presente y futuro de esta fruta

Manuel Rebollo López. JOSÉ C. GUERRA

¿Qué recorrido hace en su conferencia por la historia del tomate en Gran Canaria?

Realizo una visión global por la historia del tomate, desde su cultivo, creación de empresas, trabajadores y su exportación desde el inicio de la actividad hasta la realidad que existe hoy en día. Comienzo con el periodo comprendido entre 1885-1914, el periodo inglés, donde se establecieron en el puerto de La Luz empresarios como Alfredo L. Jones, Mr. Blysse, Swanton, Miller o Elder y Fyffes. El puerto tuvo una importancia vital desde que se construyó en 1883 y fue clave para el desarrollo del sector tomatero y de la actividad económica y social en Gran Canaria.

¿Cuándo entra el empresariado canario en el negocio?

A partir de 1920 son los empresarios canarios los que se introducen en el sector del cultivo, comercialización y exportación del tomate, pero está muy atomizado, ya que en 1938 se contabilizan nada menos que 198 exportadores. Es el periodo del asociacionismo, de la Cámara de Comercio, de los sindicatos de exportadores y también de los contratos con los aparceros. Es en el periodo de 1948-1967 cuando tiene lugar el boom del tomate, sobre todo en la comarca del Sureste y también en Telde. Fue una época donde la economía del tomate dio un gran impulso a Gran Canaria y la provincia de Las Palmas, que tenía más producción que la provincia de Santa Cruz de Tenerife, tuvo un gran auge que supuso la construcción de muchos alojamientos para los trabajadores que iban a los cultivos del tomate en el sureste de Gran Canaria.

¿Qué importancia ha tenido Telde en el sector del tomate?

Telde tuvo una importancia tremenda antes de la Guerra Civil, con la creación de numerosas empresas y llegó a ser el segundo municipio con más hectáreas de cultivo de tomate en 1938, con una superficie de 875 hectáreas, solo por detrás de Santa Lucía de Tirajana. Además, como ocurrió en la comarca del Sureste, hubo barrios que nacieron gracias a estos cultivos, como El Calero, La Pardilla, entre otros, que venían de otros municipios de la Isla. Además, aún conserva a grandes exportadores, siguiendo la tradición de empresas como López Valerón, Monzón, los herederos de Diego Betancor o Bonny, que aunque se crea que era inglés, realmente era de Suiza. Es un cosechero que se ha mantenido bien pese a la crisis y se exporta bastante a Inglaterra, que prefiere el tomate de Gran Canaria.

Usted habla también de la evolución del transporte y su incidencia en la exportación.

Entre 1970 y en la actualidad la evolución del transporte ha sido fundamental para la exportación, ya que el transporte aéreo sustituyó al antiguo marítimo y se llegaba antes al destino.

¿Cuál es la realidad actual del sector tomatero en Canarias?

La crisis económica, como en otros sectores, ha influido en la bajada del negocio, pero también la aparición de importantes competidores que hacen incierto el futuro del tomate canario. La hegemonía que tuvo el Archipiélago hasta el año 1960 fue muy importante para la creación de empresas, de hectáreas de cultivo y de puestos de trabajo en la aparcería. Pero ahora, tenemos a competidores como Almería, que solo con ver la inmensa superficie de invernaderos que posee, sobre todo en El Ejido, parece un mar de plástico, aunque también competimos con Israel, con Marruecos, con Holanda o con Polonia. Antes teníamos una gran ventaja por nuestra vital situación geoestratégica, nuestra meteorología o un tomate muy resistente al agua picada o agua salobre.

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