Carolina López, criada en San José de Las Longueras en Telde, es profesora en un colegio en Pozo Izquierdo, mamá a toda jornada y "amañada" en la cocina en su tiempo libre. A pesar de que siempre ha devorado las revistas de recetas de cocina, nunca se atrevió a poner en práctica sus dotes como chef. Observando blogs relacionados con este sector creyó en su capacidad para aventurarse en este mundo, y hace cinco años que creó 'Tomillo, laurel y otras cosas de comer'. Su espacio tiene en la actualidad más de 500 entradas, casi dos millones de visitantes repartidos por España, Europa, Sudamérica y Estados Unidos, y un plato reclamado: el encebollado canario, con pella de gofio, hecho con bacalao.
Huyendo de la versión tradicional de este plato y respondiendo a un reto con otras blogueras, Carolina sustituyó "el cherne de toda la vida, como lo hace mi madre" por el bacalao. Junto a la ropa vieja de pulpo y el pescado a la portuguesa, es la receta por excelencia entre sus seguidores.
Pero no es todo salado lo que reluce entre los platos de esta autodidacta en la cocina. "La verdad es que no se me da mal la repostería, sin haber hecho cursos ni nada, he logrado recetas complicadas y buenas", asegura. Así, su tarta de mousse de café y sus queques son la guinda del pastel entre sus entradas cargadas de azúcar.
De esta manera, sus innovaciones para hacer llegar al mundo los productos canarios le marcan a su repostería un plus de diferencia. La tarta de mousse de bienmesabe, tuno indio, chocolatinas Tirma, gofio o bizcochos de Moya, son algunos de los manjares hechos con ingredientes del Archipiélago.
Recetas simples y de fácil ejecución que, según asegura López, ha hecho que muchos allegados o fieles a su blog hayan empezado a cocinar. "Me di cuenta de lo sencillas que son cuando mis sobrinos comenzaron a hacer de comer a partir de mis entradas o cuando mis compañeras de trabajo me han dicho que se animan con las tartas de cumpleaños de sus hijos". Platos que se hacen más escuetos todavía cuando la protagonista no tiene ganas de elaborar grandes menús y se decide por comidas "que solucionan y están muy buenas".
Todo expuesto es su espacio en Internet paso a paso, con fotos ilustrativas y sin hueco a la equivocación. "Muchos me dicen que se atreven porque van viendo todo el proceso y se les hace fácil", comenta con satisfacción. Esa que siente cuando la felicitan por sus creaciones culinarias compartidas. Porque, a pesar de que tiene buena mano para este mundo, afirma que solo lo hace porque "me relaja, me hace desconectar y evadirme de lo que tengo encima", sin encargos para nadie y sin compromisos más que con sus seguidores y con su grupo 'Desafío en la cocina'.
Junto a Mariluz de Tenerife, Toñi de Alicante, Rocío de Salamanca y Nina y Mila de Cádiz, Carolina organiza cada mes desafíos de recetas en los que participan en la actualidad 68 mujeres repartidas por el mundo, "sobre todo España, pero también de Holanda, Alemania y hasta de México hemos tenido". Una de las seis impulsoras propone en cada edición un plato a realizar, y tanto ellas como el resto de féminas lo llevan a cabo de la manera más original y personal, siendo en su mayoría diferentes "y todos muy comestibles", asegura.
Así llevan cuatro años ya. La profesora con dotes culinarias explica que "la gente que conoces personalmente o a la que te encantaría darle un abrazo y conocerla físicamente" es con lo que se queda de esta experiencia que le ha hecho descubrir este "don" escondido.
Así, a escondidas y sin que nadie lo supiera, comenzó con sus entradas aguardadas por el título 'En la cocina con Carolina'. Poco a poco, tal y como ha ido evolucionando y triunfando en las redes, se dio a conocer y se mostró con esta pasión que llena de tartas de arco iris y magdalenas de colores los cumpleaños de su hija.
Fiel a su línea para no fallar a sus seguidores, con un plato salado todos los martes y uno dulce cada viernes, "por la entrada del fin de semana", López asegura que nunca se esperó llegar a dónde está, "aunque no estoy pendiente de las visitas, y creo que por eso funciona". Siempre actualizándose con revistas e Internet, garantiza que las ideas no llegan a su fin para continuar con su blog. Espacio al que puso nombre porque "entre vecinas en Las Longueras, mi madre siempre añadía a sus recetas una ramita de tomillo y una hojita de laurel".
