Enrique Urbizu dirigió en 2002 La caja 507, una película que reflejaba la corrupción urbanística en España y que costaba la vida de la hija del director de la sucursal bancaria donde se depositaba. Un atraco a las cajas de seguridad de la entidad financiera desveló con posterioridad otras intenciones ocultas y donde el director de la sucursal, Antonio Resines, sacaba un agrio beneficio personal, pero se llevaba por delante a los corruptos enchaquetados.

El guión de la hipotética La cuenta 413 no sería tan acerado como la ya relatada cinta de Urbizu, no habría caso de corrupción, pero sí elementos tan manejables como el presunto engaño, ocultación de datos o simple ineficacia. De las intervenciones de Celeste López y Carmen Hernández se puede deducir que el anterior grupo de gobierno no fue nada transparente -unos de los recurrentes palabros de este mandato- porque mostró una realidad financiera que nada tiene que ver con lo encontrado por Intervención y Tesorería en un departamento que rozó, a la vista de lo hallado, el disparate durante años.

¿Y cómo le explicó a mi madre qué es la cuenta 413?, preguntaba un colega durante la rueda de prensa posterior a la presentación de la liquidación de 2015. López lo explicó como una suerte de cajón de sastre donde se metía de todo, sobre todo facturas sin contrato, gastos no presupuestado o errores contables que no se aplicaban al presupuesto, lo que mostraba una imagen de la economía del Consistorio distorsionada.

Depuración de las cuentas

Una explicación sencilla, pero que alerta de una situación de enjundia: cómo se oculta el estado financiero de una administración pública para quedar bonito en la foto, pero con muchos retoques, algo así como un photshop para adelgazar la deuda.

Veintiún millones en facturas que deben abonarse y de las que ya tenía conocimiento el nuevo grupo de gobierno cuando remitió al Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) su propuesta de plan de pagos de las expropiaciones que tantos quebraderos de cabeza producen a las arcas municipales con la treintenta de millones de euros a abonar.

En opinión de la concejala de Economía y Hacienda, se ha producido una depuración de las cuentas y ahora ya se tiene un verdadero conocimiento de lo que se debe. Recordó que en 2015 aparecerán más aportaciones a la susodicha cuenta, un apunte contable para saber lo que se gasta fuera del presupuesto. Facturas que corresponden al actual grupo de gobierno, que reconoce que ha debido incluir en la cuenta 413 gastos extrapresupuestarios para abonar los pagos de la limpieza de colegios, de los recibos de la luz de los incontables contadores existentes en las dependencias municipales o el pago de las certificaciones del servicio de recogida de residuos sólidos.

Pero después de entonar este sincero mea culpa, López no quiso dejar en el tintero -o en la caja- según se desee, algún que otro apunte contable pintoresco del anterior mandato. Así, destacó que "en la cuenta 413 podrán encontrar lo que les hemos dicho, pero seguro que lo que no van a ver es una factura de 18.000 euros por la celebración de la matinee La Leche, organizada en la playa de Melenara por el grupo de gobierno del Partido Popular".

La foto económica está hecha, la cuenta 413 se presenta como la hija pródiga y hay promesa de amor sincero. ¿Habrá final feliz?