Senderos de la biodiversidad para atender la cada vez más creciente demanda del turismo relacionado con la Naturaleza. Éste es el testigo que ha recogido el Ayuntamiento de Telde para participar en la red de senderos ecoturísticos que ha impulsado desde 2014 el Cabildo de Gran Canaria para promocionar los caminos y sendas que permitan conocer el lado más verde y bucólico de una isla que no solo tiene playas que ofrecer al visitante, sino variedad a manos llenas.
Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, es una excelente oportunidad para descubrirlos aprovechando que se celebran numerosos actos por la efeméride. Un paseo que no decepciona y que con ropa cómoda, calzado ligero y algo de voluntad los interesados pueden pasar una jornada distinta. La señalización en madera y la información que facilita hace aún más cómodo el itinerario.
Telde seleccionó para esta inicitiva tres senderos, dos en el interior del municipio -el del barranco de Los Cernícalos y el de la circular de Cazadores-, mientras que también ofrecía el del litoral. Los dos primeros cuentan ya con el visto bueno de la corporación insular y el tercero será una labor que el nuevo edil de Territorio, Agustín Arencibia, deberá continuar tras lo trazado por sus predecesores, Héctor Suárez en el anterior mandato, y Álvaro Monzón, edil de Más por Telde ahora en la oposición.
Señales y balizas de madera
Estos dos senderos poseen ya las señales y balizas de madera que entrega el Cabildo, realizadas en el aserradero de la finca de Osorioy con un pantógrafo. No obstante, en Telde no se quedaron de brazos cruzados y la escuela taller organizada en el Ayuntamiento de Telde en 2010 fue muy productiva y generó trabajo de señalética y cartografía de distintos caminos del municipio. Los alumnos de aquel taller trabajaron en cinco senderos, de los que en algunos lugares aún permanecen visible sus huellas.
El primero de los senderos es el que discurre desde la plaza de Lomo Magullo hasta el mismo corazón del barranco de Los Cernícalos (parte baja de la Reserva Natural) y el segundo es la circular de Cazadores que recorre la parte alta de la Reserva y el primer naciente de agua del barranco.
La reserva tiene 3.548,92 hectáreas de superficie que alberga procesos geológicos espectaculares, como la Caldera de los Marteles, los Riscos y Roques de Tenteniguada, los Riscos de Tirajana, el barranco de Los Cernícalos, de alto valor científico, didáctico y paisajístico. Incluye, además, poblaciones de animales y vegetales catalogados como especies amenazadas. Hasta 35 especies vegetales y 22 de la fauna vertebrada, lo que hace que la reserva natural especial de Los Marteles presente altas concentraciones de endemismos.
La circular de Cazadores es una ruta de senderismo que recorre la zona cumbrera de Telde este municipio, un itinerario de apenas cuatro kilómetros de longitud que se realiza en unas dos horas y que permite contemplar bellas imágenes aérea de la reserva natural especial de Los Marteles. Este camino de Cazadores ha sido el último en la instalación de siete señales verticales y tres balizas que guían e informan al senderista.
Álvaro Monzón, ecologista y anterior concejal de Territorio, opina que Telde cuenta con unos baluartes naturales que reflejan su biodiversidad, no tan conocida como su zona costera. Según Monzón, "los baluartes históricos y naturales de este municipio con más de 102,43 km², con una rica biodiversidad reflejada en la Red Canarias de Espacios Protegidos y en los Lugares de Interés Comunitarios son: la reserva natural especial de Los Marteles (3.568,7 ha), paisaje protegido del Lomo Magullo (176 ha), paisaje protegido de Tafira (1.413,6 ha), sitio de interés científico de Tufia (54,1 ha), sitio de interés científico de Jinámar (29,6 ha), sitio de interés científico del Roque de Gando (0,5 ha), monumento natural del barranco del Draguillo (234,5 ha) y monumento natural de Bandama (325,7 ha). Algunos, compartidos con otros municipios, y que representan el 8,7% de la superficie de Telde".
