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El rapero, su móvil y un éxito en la red

Brian Estévez es el único teldense seleccionado para la final de Jóvenes Creadores e Intérpretes

El cantautor teldense de rap, Brian Estévez, en la plaza de San Gregorio,durante el reportaje. YAIZA SOCORRO

Brian Estévez, con estudios de marketing, nació y se crió en Telde. En julio cumplirá 20 años, y el brillo que se le pone en los ojos cuando habla de su pasión hace pensar que el único deseo que pedirá cuando sople las velas será poder dedicarse a la música. Desde pequeño se introdujo en ella, desarrollando sus gustos por el rap, pero fue hace solo unos meses cuando se animó a escribir sus primeras letras. Grabó su primer trabajo con un teléfono móvil y se ha convertido en un éxito en las redes en menos de un mes. Asegura que es el único teldense seleccionado para la final del Primer Certamen de Canción de Jóvenes Creadores e Intérpretes de Gran Canaria.

El día 10 de junio, fecha en la que tendrá lugar el concurso en la plaza del Pilar de la capital a las 20.00 horas, será la primera vez que el joven se suba en un escenario y agarre un micrófono. Así, con el único tema que ha sacado a la luz, a pesar de que tiene otros cuatro escritos, intentará dejar sin palabras a su primer gran público. Asegura que la canción, dedicada a su novia, es un conjunto de sentimientos, ya que es sobre lo que le gusta componer.

"Trato de plasmar lo que siento y hablar de la sociedad, sin palabrotas y dedicado a todo tipo de público", explica, mientras defiende que este estilo musical "está creciendo" y cada vez está más aceptado entre los padres, "no quiero que mi música sea sólo para los chicos de mi edad, me gustaría que lo que hago llegue a todos", añade.

Estévez habla del rap como su "forma de expresión y desahogo" y afirma que, cueste lo que cueste, cantará "siempre que pueda", porque "el que me conoce sabe que es mi sueño dedicarme a esto y me caracterizo porque, pase lo que pase, defiendo lo que hago". Por ello, con ganas de sentirse orgulloso de sí mismo en su primera puesta en escena y con los nervios "por si no me expreso en ese momento como quiero", entrena cada día "haciendo de todo una canción".

Así, una caja de antiinflamatorios para el dolor de cabeza acompaña a su madre, Raquel Martín, allá a dónde va. "No para, todo el día en su habitación cantando o en casa convirtiendo cualquier palabra en poesía", porque de esta forma define la progenitora su música.

"Para mí ya he ganado, por el simple hecho de pasar de tener sólo mi voz y un móvil a estar en un escenario con un micrófono en la mano", sentencia el cantautor. A pesar de ello, su intención es conseguir expresiones de asombro y aprobación por parte de los asistentes al acontecimiento, porque trabaja duro para ello, siguiendo su lema de "dar cada paso porque lo siento".

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