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Los propietarios del centro de la mujer Isadora Duncan retiran su venta

Patrimonio no despeja las dudas sobre qué actividad económica puede instalarse en el edificio que se encuentra protegido por el PERI de San Juan y San Francisco

Antigua sede del centro de la mujer Isadora Duncan de Telde. ANDRÉS CRUZ

La casona de los herederos de Juan Castro y sede del centro de municipal de la mujer Isadora Duncan desde 1987 a 2008 no se ha podido vender después de un año y medio de espera. El cartel colocado por la agencia inmobiliaria Remax Arcoiris en el que se informaba de su venta ha sido retirado en los últimos días al no concretarse ninguna operación pese a que hubo inversores interesados en su adquisición, según fuentes de la inmobiliaria. Después de estos 18 meses sin fruto, desde la agencia no se descarta que el cartel vuelva a ondear en la fachada que da a la plaza de San Juan y que ha formado parte de su paisaje en ese tiempo. Ahora, sin la lona anunciadora, la casa de los Castro vuelve a ser visible del todo.

El edificio, en San Juan, perteneció al doctor en medicina Juan Castro, hijo predilecto de la ciudad y director del hospital de San Pedro Mártir de Verona y de Santa Rosalía, y sus herederos lo pusieron en el mercado por 1.053.500 euros. Una cantidad importante que no por eso impidió que un importante número de interesados preguntaran por ella, aunque finalmente, según Remax Arcoiris, fueron cuatro inversores los que mostraron más interés por un edificio que tiene entrada por dos calles del barrio histórico.

Sin embargo, su gozo en un pozo ante la inseguridad de si podrían rentabilizar un desembolso millonario en una zona tan atractiva y apetecible en la que está situado el inmueble. Algunos de esos inversores, según las mismas fuentes, mostraron su cautela y su descarte de la compra porque el edificio se encuentra protegido por el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de San Juan y San Francisco. Una circunstancia que suponía un escollo insalvable para los posibles compradores, ya que no se les daba seguridad de que pudieran establecer la actividad económica que buscaban si incumplía lo fijado en ese planeamiento. Unas dudas que no fueron despejadas por los responsables municipales y que la han dejado sin pretendientes, de momento.

Y es que la casona de don Juan Castro es un emblema en el conjunto histórico-artístico de San Juan. Rescatada de su olvido en 1987 para ubicar allí la sede del centro de la mujer Isadora Duncan, una iniciativa municipal que duró hasta 2008 y en la que las vecinas de la localidad recibían asistencia jurídica, organización de talleres y otras actividades. Los impagos por parte del Ayuntamiento de Telde, su inquilino, y ya en pleno escándalo del 'caso Faycán', obligó a sus propietarios a rescindir el contrato por los impagos. Después fue durante un periodo corto de tiempo un negocio de hostelería que cerró y dejó a la casona sin vida. Los herederos del doctor Castro decidieron ponerla a la venta, descartando el alquiler.

En diciembre de 2014, la agencia inmobiliaria organizó unas jornadas de puertas abiertas para mostrar a los interesados las bondades de la casona. Bondades, entre otras su casi 1.500 metros cuadrados de superficie o su enclave en pleno centro. Cuenta con más de 10 habitaciones, cuatro baños, almacén y garaje y además de la entrada por la calle León y Castillo, también se puede acceder por la calle Doramas. Con más de 100 años de antigüedad -se estima su construcción en 1900- posee una superficie de 858 metros cuadrados, divididos en dos plantas (458 metros en la zona baja y otros 400 en la planta superior), más otros 561 metros cuadrados de jardines y terrazas.

Su localización y superficie han dado lugar a conjetura sobre su futuro o utilización. Desde un centro de negocios a un hotel con encanto o incluso la sede de la casa cuna de Santa Rosalía, pero nada ha sucedido hasta entonces.

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