¿Qué aspectos tratará en su charla de este sábado en Telde?
Me centraré, por un lado, en el epistolario de Juan Ramón Jiménez y, en una segunda parte en la relación epistolar que tuvieron algunos poetas canarios con él. Fundamentalmente en lo que ellos escribieron a Juan Ramón, porque no tenemos respuestas, pero sí hemos podido ver las relaciones que hubo y la influencia poética resultante. Así, poetas importantes de la Isla mantuvieron una estrecha relación con el autor, no sólo desde el marco de la influencia que Jiménez supone en la poesía de aquel momento y en la canaria, sino relación personal.
¿Hubo relación con autores, como Fernando González, de la Escuela Lírica de Telde?
Sí, con Fernando González la hubo. Hemos rescatado correspondencia suya con el poeta en varias cartas y se observa una relación cordial. Sus cartas fueron de las pocas en las que hemos visto respuesta por Jiménez, puesto que puso la letra c, lo que hacía con las contestadas. Tenemos, también, su libro Piedras Blancas dedicado a Juan Ramón. La información que damos en la ponencia son de los fondos de su biblioteca personal, como dedicatorias escritas y algunas notas que no son muy conocidas, sobre todo de Alonso Quesada, Ramón Feria, Saulo Torón o Josefina de la Torre.
Por su relación con González, se determina que el poeta tiene vinculación con la ciudad.
Sí, su relación se sabe, de hecho lo visitó en Madrid y se conocieron. Además, hay alguna correspondencia entre González y Saulo Torón en la que le cuenta sus impresiones sobre Jiménez, su visita y los comentarios, de carácter literario, que el autor había hecho a la obra de Quesada. Quizás fue con quién más relación tuvo junto con este último, lo que hace que la vinculación con Telde sea bastante importante.
¿Puede reflejarse en el Teatro Municipal, que lleva su nombre y luce una escultura del autor?
Por supuesto. Se corresponde con un fundamento literario, por González, e histórico por el hermanamiento de Telde con Moguer (Huelva), que es la de Juan Ramón. Esta se inspiró en la relación histórica de la fundación de la ciudad teldense por los caballeros de la orden de Jerez, que vinieron de la Península, y es lo que lo vincula con el municipio del poeta.
¿Es importante para Moguer esta relación con Telde?
En todos los sentidos. Moguer es el universo literario de Jiménez, y es un honor para el municipio que se le pusieran su nombre al teatro y que, además, un escultor de Huelva, Elías Rodríguez, haya hecho la escultura que preside su entrada.
¿A qué se debe su amplio conocimiento sobre Juan Ramón ?
Por mi condición de director de la Casa Museo Juan Ramón Jiménez, desde el año 1999, estoy casi en la obligación de conocer la obra y vida del poeta. También, por mi formación literaria, me acerqué a este paisano por la proximidad geográfica y, de una manera más concreta, el descubrimiento de que Juan Ramón no era exclusivamente de Moguer, sino que significaba mucho más en la literatura, hizo que indagara más. Por determinados avatares se me designa director de la casa y voy profundizando en la investigación del poeta, no sólo en el ámbito literario o el estudio de su vida y obra, sino en el cuidado de su casa museo y mantenimiento de sus instalaciones.
¿Qué destacaría de su vida?
No es una pregunta fácil de contestar, por la personalidad tan literariamente abierta de Jiménez. Por su imagen de melancólico, puede parecer que hay pocas cosas para reseñar, pero tuvo una vida muy intensa y, quizás, lo mayor a destacar es su plena dedicación a la poesía. Fue un hombre señalado exclusivamente para la belleza y su única fijación es lo que él llamaba "obra en marcha". Su vida era la poesía, era su auténtica búsqueda, y el lo dice en uno de sus versos: "inteligencia dame el nombre exacto de las cosas".
¿Se queda con algún texto?
Llevamos localizados casi 7.000 poemas, después de Lope de Vega es el autor más prolífico de la literatura española, y textos en prosa hay muchísimos. Me quedaría, de su poesía última, con Lírica de una Atlántida y con la exquisitez de Platero y yo, que no es una obra de niños sino una obra de belleza sorprendente y de compromiso social, y así es como hay que leerla siempre.
Habla de 7.000 poemas.
Hemos traído todos los fondos de Puerto Rico, y fueron más de 190.000 documentos. Continuamente van apareciendo muchos textos inéditos, porque la obra de Juan Ramón Jiménez no está publicada al completo, quedan muchas pendientes y siguen apareciendo.
¿Cuántas pueden quedar?
Está la mayor parte, pero, tanto en prosa como en verso, queda todavía por publicar alrededor del diez por ciento del total. Jiménez es, todavía, uno de los autores más vivos de nuestra literatura.
Es importante para usted dar la charla en este municipio hermanado con el del poeta.
Es un encanto para mí volver a Telde por muchas razones. Primero, porque hace años que voy a la ciudad por la entrañable amistad con Antonio González Padrón, director de la Casa Museo León y Castillo. Además, este municipio es para mí una prolongación de Moguer, y es difícil que no venga lo largo del año en algún momento. Es una especie de regreso a la casa de la amistad y de la hospitalidad, es un lujo tener a los teldenses siempre ahí.
