El vertido de aguas fecales provocado por la rotura de un tubo de impulsión de una estación de bombeo regó parte de la playa de Jinámar en la madrugada del lunes al martes, que motivó la actuación de los operarios de Aguas de Telde, empresa mixta municipal. Pero su actuación fue criticada e incluso denunciada como presunto delito medioambiental al Seprona por miembros de la plataforma ciudadana Telde Responde. Sin embargo, desde el grupo de gobierno se desmienten estas irregularidades.

Según este grupo ciudadano, la utilización de dos cubas de la empresa se estaban usando para volcar las aguas fecales para posteriormente taparlas. Por ello, realizaron una denuncia telefónica al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia (Seprona) para que investigara los hechos, "ya que el olor que desprende llega a gran distancia", dijo uno de los integrantes de Telde Responde.

El concejal de Aguas, Agustín Arencibia, negó totalmente que se realizara lo denunciado por la plataforma social. "Los trabajadores han estado a piñón dos días seguidos, con muchas horas de dedicación para subsanar el problema. Se ha retirado el tubo de impulsión roto y se ha colocado uno nuevo y las cubas lo que han hecho es limpiar los vertidos para evitar que siguiera el mal olor".

En cuanto a las críticas sobre tapar con arena los vertidos, Arencibia también fue tajante: "Lo que se ha hecho es remover la arena, lo habitual en estos casos para eliminar los residuos, pero no para taparlos". Según manifestó el concejal, la playa de Jinámar se ha limpiado de los restos vertidos.