Considerado un símbolo de la represión franquista en Gran Canaria y catalagado como Bien de Interés Cultural (BIC), la Sima de Jinámar se ha convertido en los últimos años -no hay fecha del inicio de su deterioro- en un vertedero ilegal donde arrojar basuras, trastos o animales muertos.
La filmación de imágenes para un documental sobre las víctimas de la dictadura surgida tras la Guerra Civil que realiza Juan José Monzón Gil, miembro del Foro Canario de Víctimas del Franquismo, ha puesto en evidencia el total abandono por parte del Cabildo de Gran Canaria de este espacio natural protegido. Las denuncias anteriores sobre el hallazgo de basuras, trastos y animales muertos en el interior de la Sima se han visto confirmadas este pasado sábado, cuando Monzón Gil y miembros del grupo de espeleología Pernoctadores bajaron hasta lo más profundo de este cono volcánico para la filmación de imágenes y fotografías que se incluirán en un documental que verá la luz en octubre o noviembre de este año.
Restos de dos motos, coches, sillas, neveras, lavadoras o huesos de animales muertos, además del mal olor y numerosísimas moscas verdes, "tan grandes como avispas" fue el panorama que se encontraron los que descendieron al fondo. Una visión que no es precisamente inédita en el interior del cono v olcánico, de más de 70 metros de profundidad, ya que en anteriores descensos también se observó el estado del interior de la Sima de Jinámar, transformado en un vertedero recurrente para quienes prefieren arrojar sus desechos y basuras ahí y no en un punto limpio de los que el Cabildo de Gran Canaria ha instalado por la Isla.
Abandonado durante años
Náuseas por el mal olor y el calor, "en un sitio totalmente cerrado y sin salida al mar, que descarta con la observación in situ lo que han sostenido historiadores y expertos, que toda persona que fuera arrojada a su interior, sino moría al instante, lo haría por las heridas por la imposibilidad de salir desde esta gran altura", expone Monzón.
La filmación, realizada con la autorización de la consejería de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria, se preveía realizar en varios días por si las condiciones meteorológicas eran adversas. Al no ser así, la grabación de imágenes con equipos de alta calidad, "aunque también he usado un móvil de gama alta para sacar detalles [algunas de las imágenes cedidas para publicar en este artículo] de algunos de los muchos objetos que nos hemos encontrado allí abajo". Y como resultado, la evidencia de que el BIC está completamente abandonado por las instituciones.
Juan José Monzón, que ha contado con la colaboración de historiadores como los hermanos Sergio y Agustín Millares Canterio, el primero concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, testimonios orales de personas con familiares represaliados por el régimen franquista, lamenta la situación en el que se halla la Sima de Jinámar.
"Aquí lo primero que habría que hacer es una limpieza a fondo de todo estos desechos para evitar un mayor deterioro del interior e incluso el grupo Pernoctadores se ha ofrecido a hacerlo, pero también habrá que evitar que se vuelvan a repetir estos actos incívicos".
Sin embargo, este espacio natural protegido, que forma parte de un entorno medioambiental que "podría potenciarse con un museo de sitio para explicar su historia y supondría la creación de empleo", está todo menos protegido. Sin vigilancia ni medidas que eviten que se siga usando como vertedero, esa limpieza de choque propuesta por el realizador del documental debe tener continuidad.
"Creo que después de lo visto en la bajada al interior de la Sima, es necesario que se elabore un plan serio de excavaciones por parte de un equipo de arqueólogos, que podrían trabajar dividiendo en cuadrículas la zona u otro tipo de actuación para recuperar los restos humanos que se encuentran debajo del derrubio que forma el piso del fondo de la Sima", propone Monzón Gil, quien admite que hay versiones contrarias a que este lugar sea un osario de represaliados por los falangistas. Versiones que no comparte, aunque respeta y considera que después de la experiencia en el interior del cono volcánico, no le quedan dudas sobre el papel que tuvo esta zona como lugar de asesinatos hace 80 años.
