Cortes de pelo, peinados y otros servicios para sus clientes es la actividad cotidiana de la peluquería Olga Macin, una empresa fundada hace 37 años por Olga Travieso, de los cuales 25 de ellos estuvo ubicada en Las Palmas de Gran Canaria y el resto en Telde. Hasta aquí todo normal, una emprendedora que tiene éxito en su negocio, pero lo que caracteriza a Olga Macin -acrónimo este último formado por más cinco en referencia a los miembros de su familia- es su faceta como peluquería para enfermos de cáncer y su compromiso en la lucha contra esta enfermedad.
Y con un añadido, además de facilitar posticería como pelucas, cintas u otros elementos para hacer más llevadera la transición de la caída del pelo a su recuperación, también se ha convertido en una suerte de aseroría de imagen para estas personas y en colaboradora estrecha y activa con los oncólogos y dermatólogos.
Mamem Naranjo Travieso es hija de Olga y directora del salón, ubicado muy cerca del pabellón Rita Hernández, en El Hornillo, un lugar a poca distancia del centro de Telde y al que se llega con facilidad, en el Camino al H ornillo. En una casona canaria, donde al entrar se escucha una música relajante y en ocasiones incluso etérea que sumerge en una sensación de calma, Mamem hace de guía de una peluquería que a simple vista se presenta como un salón amplio, con claridad y con todo lo necesario para atender lo solicitado por su clientela, fiel y contenta con el servicio dado. Pero es más que eso.
Material orgánico
"Aquí todo lo que usamos es orgánico, como el color o el tinte y las pelucas que ofrecemos también se realizan con material orgánico", explica la directora del salón Olga Macin mientras muestra las diferentes zonas del local.
Una sala de espera donde se puede observar revistas de salud sobre una mesa y un cartel alusivo a la labor solidaria que realiza esta empresa y que da paso a un reservado, una dependencia donde el espejo está muy presente -no se oculta la cara de la enfermedad, más bien se busca combatirla y hacerle frente cara a cara- y en el que se atiende a los pacientes de oncología, mientras que en otra estancia se encuentran modelos de pelucas, cintas y prótesis que se ofrecen a sus clientes. Olga Macin las encarga a empresas especializadas, quienes las diseñan con unos rigurosos criterios de calidad y los mejores materiales.
No es un simple postizo pa ra salir del paso, una forma triste de ocultar los efectos de la quimioterapia y aunque parezca contradictorio, alega, "la caída del pelo es un buen síntoma de que el tratamiento funciona, aunque sea al principio un varapalo para los pacientes"
Según la directora del salón, "el pelo, sobre todo para las mujeres, es nuestro vestuario y nosotros lo que hacemos es informar sobre el tipo de pelucas que traemos, pero también asesoramos sobre el pelo y los productos que deben usarse para su cuidado, además de ofrecer asesoramiento para un mejor tratamiento de la piel".
Oncología y dermatología
Para esta tarea, la directora del salón se ha formado con estudios sobre dermatología y también de oncología, una formación que le es muy útil para dar el trato personalizado que siempre ha caracterizado a Olga Macin.
Explica que la patología del cáncer se asocia al dolor y al miedo. Pero pasado este proceso inicial gracias a que padecerlo en la actualidad ya no es la tragedia de antes porque los avances médicos han logrado controlarlo, los afectados quieren presentar mejor aspecto.
"El pelo es muy importante para nuestra imagen y padecer la enfermedad no significa que se tenga que dejar de llevar una vida normal", apunta Naranjo.
Mamen Naranjo es muy crítica con "los numerosos bulos que existen sobre el pelo que lo único que hacen es dar mala información sobre el cabello y la piel. Hay que saber qué tipo de tratamiento se debe administrar al pelo y ver el tiempo en que se te va a caer, aplicar tratamientos faciales y corporales para oncología, ya que incluso mantenemos un contacto estrecho con los médicos para colaborar con ellos". Olga Macin, además, realiza cursos gratuitos y colabora con AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) "para formar a la mayor gente posible y que puedan hacerlo después en sus casas, sin que tengan que venir aquí".
La clientela de la peluquería está en un porcentaje del 40% de enfermos de cáncer, de todas las edades, "ya que atendemos incluso a adolescentes, el 90% son mujeres, porque a los hombres les importa poco perder el pelo, pero para nosotras es vital".
Acuden no solo de Telde, sino de otros municipios y vienen recomendados por médicos o enfermeras de los hospitales, pero Mamem también cuenta la anécdota de un captador de clientes muy especial. "Nos han venido mujeres de Gáldar que han oído haber de nosotros por un cartero, que cuando se ha enterado de que alguna vecina tiene la enfermedad, les dice que vengan a vernos, que hacemos muy buen trabajo porque lo ha visto en otras vecinas que padecen cáncer. Nos gustaría conocerlo porque es una colaboración desinteresada con esas personas que le agradecemos mucho".
