Un total de 73 ejemplares se inscribieron en esta primera edición del concurso nacional canino, que congregó a unos 300 asistentes en la plaza de San Juan, aunque al finalizar la misa en la basílica se incorporaron más curiosos y el número se incrementó de forma sensible.

Juan Martel, concejal de Festejos, admitió: "Me ha sorprendido conocer este mundo de las mascotas y criaderos de perros, sobre todo si tenemos en cuenta todo lo que mueve a su alrededor, como criadores, veterinarios, jueces o alimentos". De hecho, como comentaba un miembro de la organización, "hoy [ayer para el lector] se está celebrando en Moscú el campeonato mundial de razas, en la que se han inscrito más de 20.000 perros. Imagínese lo que ello supone para esa ciudad, ya que la inscripción cuesta 90 euros por ejemplar, además de los beneficios para el sector hostelero y de alojamiento de esa ciudad".

Los jueces nacionales Francisco Cabrera y Sonia Santiago fueron los encargados de anotar las características de los dogos presentados en las distintas categorías del concurso, organizado con la autorización de la Real Sociedad Canina de España, máximo órgano encargado de velar por la protección y desarrollo de las razas.

Cabrera, quien fue el encargado de elegir a los mejores ejemplares, un dictamen que se basa en el estado de salud del animal y su fidelidad a los estándares de la raza. "Se podría catalogar como un concurso de belleza canino", apuntó Cabrera, quien señaló que solo están por encima en categoría el CAC y el Cacib. Tuvo difícil la elección entre las distintas categorías, tanto de machos como de hembras y por edades, y que tras varias rondas coronó como mejor ejemplar a Cielo, que así alcanzó la gloria en Telde ante un gran rival, Espartaco.