La plaza de El Ejido era antes de las seis de la tarde, hora prevista para el inicio de la caminata hasta la ermita de Santa Rita, el punto de encuentro de unas 300 personas preparadas para hacer el recorrido. La tarde seguía luminosa, con menos calor de las horas precedentes e ideal para afrontar un paseo que comenzó hace tres lustros y que a cada año que pasa gana más adeptos a una excursión con destino hacia unos enclaves religiosos más populares de Gran Canaria.
El pequeño templo de Ojos de Garza, que tiene sus días contados en ese emplazamiento si finalmente se traslada todo el pueblo a la zona de Las Tabaibas por la construcción de una nueva pista, es un referente para numerosos fieles, no solo del municipio, sino también de otras localidades. Así, entre los asistentes a la caminata podía encontrarse a personas que venían de la capital, de municipios colindantes o de Telde y sus barrios.
José Castro, presidente de la comisión de fiestas de El Ejido, en honor a San Pedro y Nuestra Señora del Carmen, que finalizan el próximo domingo, preparado con calzado y ropa cómoda para la ocasión, recordaba el origen de esta marcha de entre hora y media y dos horas a Ojos de Garza. "Hace 15 años el sacerdote que estaba en la parroquia buscaba un acto que reuniera a los creyentes y no creyentes para que la fiesta fuese más participativa. Después de pensar en varias alternativas, se nos ocurrió organizar la caminata a la ermita de Santa Rita, un trayecto que ya hacíamos bastantes vecinos y nos pareció la mejor solución, ya que cada año se consolida en el programa de actos de San Pedro y Nuestra Señora del Carmen".
Prueba de ello era que jóvenes, mayores, niños y adultos iban buscando su posición en la peculiar parrilla de salida para iniciar el recorrido hacia la ermita.
La ruta, ya conocida por todos los participantes se inició con la bajada desde la plaza de El Ejido hacia la carretera general que conduce a Lomo Cementerio y desde allí hasta Ojos de Garza después de atravesar otros barrios ubicados casi a partes iguales entre la autopista GC-1 y la carretera interior. Para garantizar la seguridad de los andarines por la vía titularidad del Cabildo de Gan Canaria, que concedió el permiso para el tránsito del grupo, agentes de la Policía Local estaban atentos a su evolución.
Los mayores y personas con movilidad reducida iban en una guagua contratada por la organización, que con un módico coste de dos euros, les trasladaba ida y vuelta desde El Ejido a Santa Rita.
A medida que los caminantes recorrían el trayecto, se fueron incorporando nuevos participantes a la marcha, lo que sumaron un total aproximado de 400 personas, según fuentes de la organización. Pero todo esfuerzo tiene su premio y a la llegada, casi dos horas después, a la ermita de Ojos de Garza, el párroco les ofreció unos breves salmos en honor a Santa Rita, a San Pedro y a la Virgen del Carmen.
Después vino el avituallamiento, nada menos que un pequeño bocadillo de chorizo y agua para recuperar el resuello. Posteriormente, el transporte contratado sirvió de descanso para regresar a El Ejido. El año que viene más de uno aseguró que repetiría.
