La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los tesoros de la 'mar pequeña'

Una ruta de senderismo solidaria mostrará las características naturales y la historia del barrio teldense

LUna ruta de senderismo y solidaria de unos cinco kilómetros de longitud para conocer los valores naturales y también la historia de la zona. Ésta es la actividad que propone para mañana la comisión de fiestas de Marpequeña a los vecinos y visitantes con motivo de los actos en honor a Nuestra Señora del Carmen, patrona del barrio. La expedición, que comienza a las 9.15 horas en la plaza del pueblo, es de carácter gratuito y solo pone como condición la aportación de un kilo de comida para entregar después a las personas con menos recursos económicos.

La realización de esta primera edición de la ruta, con paradas explicativas, tendrá como coordinadores a Apolonio Castellano, vecino del barrio y miembro del Grupo Montañero de Gran Canaria, y al ecologista, concejal y divulgador medioambiental, Álvaro Monzón. El recorrido se inicia en el centro del barrio, desciende al barranco de Hoya del Pozo, toma la dirección de las llanuras agrícolas de Las Rubiesas para cruzar el vial costero y desciende a la playa de Hoya del Pozo para hacer un descanso a la sombra de los tarajales. Posteriormente los senderistas visitarán el nido de ametralladora, El Bufadero y el regreso al pueblo de Marpequeña. El tiempo estimado del recorrido es de unas dos horas, según los organizadores.

El sendero comienza en el centro de Marpequeña. "El nombre de este sector de Telde tiene su origen, probablemente, en la zona encharcada de La Mareta, un poco más al norte de las residencias actuales, donde las lluvias formaban unos lagos naturales que perduraban varios meses", apunta Álvaro Monzón. Una "mar" pequeña. Asimismo, las antiguas cuarterías que se instalaron para la residencia de los aparceros de los cultivos agrícolas, principalmente el tomate, fue el origen del poblamiento actual ya que vinieron muchas familias de cumbres y medianías (Artenara, Cueva Grande, San Mateo, Juncalillo, entre otros) para trabajar en la costa de Telde. Con el paso del tiempo, los empresarios (propietarios de los terrenos) fueron abaratando los solares para fijar la residencia y abandonar las humildes cuarterías. Entre 1961 y 1977 se produce una gran transformación en este paisaje. En dicha etapa, tres hechos provocaron el citado cambio territorial vinculados a la creación de la autovía GC-1. Por un lado, la proliferación de invernaderos o de cultivos bajo plástico, que sustituyeron a las enormes extensiones de tomateros cultivados al aire libre, ya que con este nuevo tipo de explotación se obtenía una mayor cantidad y calidad del producto cultivado. Este proceso vino acompañado del abandono de numerosas parcelas y de una cierta diversificación de los cultivos, aunque siempre con el predominio del tomate.

La siguiente etapa es el barranco de Hoya del Pozo. La población de Marpequeña se asienta en una llanura situada entre este barranco, al sur de la misma, y el Barranco de La Mareta o de La Garita, hoy en día casi desaparecido. El barranco inicia su cuenca en los Montes de Rosiana y con el nombre de Juradina y Rosiana que, junto con otros cauces, forman el barranco de La Rocha. Es el primer hito geográfico de la ruta. A continuación, en la margen derecha se encuentra un grupo de tabaibas dulces y tabaibas amargas, donde se explicará las diferencias entre ambas.

El trayecto llevará a los senderistas hacia las antiguas explotaciones agrícolas de la zona y a las cuarterías, las humildes moradas de los trabajadores de la tierra. Aún pervive construcciones que nos remonta a ese pasado verde, agrícola y ganadero. Las cuarterías fueron las viviendas donde se asentó ese movimiento migratorio interior de Gran Canaria. Fueron lugares muy humildes pero llenos de vida. Las tierras que se recorren fueron propiedad de empresarios de la exportación, familias de de los Báez, de Esteban Navarro Sánchez y de Manrique de Lara y Castillo. Las cuarterías comenzaron a construirse a finales de los año 50' del pasado siglo. Fue un paisaje transformado con la construcción de la autovía GC-1 y donde se asentaron numerosas familias.

La ruta tendrá un tiempo para el descanso y disfrutar de la sombra de los tarajales y casuarinas en la playa de Hoya del Pozo y se explicará la diferencia entre ambos. Hoya del Pozo, Melenara y Salinetas son las tres únicas playas de Telde con bandera azul. En la misma orilla de la playa nos encontraremos un nido de ametralladora, como resto constructivo del Plan de Operaciones de 1943. También se le conoce como casamatas para cañones ligeros. Formarían parte de la infraestructura defensiva de que se dotó a las Islas, lo mismo que a otros lugares del país, durante la Segunda Guerra Mundial. En total y según los estudios en Gran Canaria se ha documentado 128 obras construidas, de las que, hace 35 años ya había desaparecido aproximadamente una treintena. El ecologista y concejal apunta que "lógicamente, la construcción urbana en las costas habrá acabado con la mayor parte de estas obras. El jueves 14 de julio, a las 19.00 horas, el cronista oficial de Telde realizar una ruta por el litoral para identificar todas las construcciones militares.

Después de la playa y sus tesoros, los senderistas se dirigirán a la zona conocida como el Bufadero, una formación geológica en la orilla del mar cuyos orígenes se remontan al derrame lávico de los volcanes recientes de Telde. Destaca sobre manera la oquedad fruto de la erosión del mar centrada en alguna fisura, formándose agujeros o jameos con la salida vaporizada del agua. Esta oquedad submarina, donde la espuma desbordada de las grandes mareas de fondo forma espectaculares y breves cascadas al caer en el interior del Bufadero. Posteriormente, el mar comprimido en este recipiente lávico proyecta un surtidor de agua a gran altura a través de un pequeño orificio, a modo de geiser. Una maravilla de la naturaleza volcánica de nuestro litoral. El color negro azabache de la lava contrasta con el azul del mar. De lo más espectacular, según señala Álvaro Monzón sobre esta formación geológica.

Por último, de regreso al pueblo de Marpequeña, los expedicionarios podrán contemplar el cardón, el símbolo vegetal de Gran Canaria y cuya plantación en jardines ha sido tan exitosa que decoran los arcenes de nuestras carreteras. Puede durar un siglo y medir hasta cuatro metros de altura.

Compartir el artículo

stats