Estos días se entrena en un club de tenis de Tamaraceite después de regresar de la disputa de torneos que le sirven para sumar puntos en la clasificación de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y escalar posiciones como profesional. En un deporte donde reina Djokovic y que cuenta con nombres como Federer, Nadal, Ferrer, entre otras grandes figuras, la realidad a pie de obra de los tenistas profesionales que luchan por estar en los grandes torneos no es de cuento.
Una vida sacrificada, donde la pasión por el tenis supera todas las dificultades a las que deben enfrentarse jugadores como David Vega Hernández. Jugar y jugar torneos para sumar, de momento, pocos puntos ATP y unos premios en metálico que oscilan entre los 800 y 1.000 euros por alzarse con la victoria final, es junto a las 30 semanas de viajes al año conforman la realidad del tenista profesional de base. Aunque puede decirse que su sede está en Barcelona, este joven de La Garita, número281 del mundo en la categoría de dobles y 486 en individual, empezó a jugar al tenis con tres años y medio, después de una fugaz experiencia en el fútbol.
"Yo desde pequeño era muy inquieto y mi madre me apuntó para jugar al fútbol, pero duré poco. Con tres años y medio ya cogí la raqueta en un club de tenis, donde me hicieron unas pruebas y vieron algo en mí, que tenía posibilidades y desde entonces me he dedicado a este deporte", explica David Vega.
Con el título de entrenador personal, su base para permitirse los viajes para disputar torneos, ya que desde las instituciones canarias no ha visto ni un euro, "pese a que cuando gano un torneo o llego a la final despliego la bandera canaria", a los 16 años cogió rumbo a la Península y se inició en Alicante en la escuela de Juan Carlos Ferrero, quien durante ocho semanas semanas número uno del mundo y tres veces integrante del equipo ganador de la Copa Davis. Allí tuvo como formador a Toni Colom, que también entrenó nada menos que a Rafael Nadal, con quien el joven teldense ya ha disputado partidos de entrenamiento.
Su marcha de Canarias la realizó después de haber ganado en todas las categorías del tenis en el Arcipiélago, donde con 16 años se convirtió en el jugador más joven en ganar el campeonato absoluto ante rivales de mayor edad. Ya se le quedaban chicas las pistas canarias, donde lamenta que no se preste apoyo a los jóvenes y optó por salir. Ha disputado y ganado diversos torneos, entre ellos el Máster Jóvenes Promesas, donde los ocho mejores tenistas de este circuito nacional lo disputaron en Valencia.
En su palmarés destacan también varios subcampeonatos de España en categoría individual, semifinales y campeonato en dobles. Su primer torneo profesional, recuerda, "lo gané con 18 años en Denia y también varios más de los Future". El inconveniente es que los puntos que se suman son pocos y "habría que disputar muchas finales para que te salga rentable", apunta Vega Hernández. Y el dinero, tampoco es de cifras astronómicas: por ganar obtiene entre 800 y 1.000 euros, una cantidad que si no es por lo que ingresa como entrenador personal no le daría para seguir con su pasión y profesión.
Por eso, su reto es este mismo año disputar competiciones con un nivel más alto, los Challenger o los torneos ATP de 25.000 dólares y, confiado en las posibilidades de su juego, cree "que cuando compita en los Challenger no solo me sentiré más tenistas, sino que seguro que me adaptaré bien". Para ello, debe hacer primero un trabajo de análisis y selección de los torneosque quiere disputar porque su situación financiera no está para dispendios y debe calcular con seguridad sus gastos. "Me gustaría llevarme siempre al entrenador a todos los torneos, pero es ya complicado por lo que pagan en los torneos Future. En los ATP de 25.000 dólares ya se suman 35 puntos ATP si se ganan y 18 para el subcampeón, mientras que en los Challenger se suman 90 puntos y el premio en metálico ya te permite dedicarte a este deporte con más facilidad", argumenta.
