"Al principio, cuando entras en el aula los escolares te tienen mucho respeto y están un poco cohibidos", explica Pedro Galván, agente de la Policía Local de Telde destinado a dar nociones de educación vial a los escolares del municipio. Días después, "cuando la semana que impartimos acaba, todos te muestran su cariño y es algo bastante emotivo de este trabajo", recuerda.
Finalizado el curso y con la presentación de la memoria de la actividad con sus frías cifras, lo que más trasciende es la semilla sembrada en la conciencia de los pequeños, verdaderos protagonistas de esta iniciativa que comenzó en el curso 2000-2001 como una necesidad de evitar las muertes o lesiones de los niños en los accidentes de tráfico en la localidad.
Ayer era un día de estadísticas y éstas reflejan que 1.412 alumnos de 26 colegios de Telde -más escolares y unos cinco centros menos que en el curso anterior- aprendieron con un agente -Pedro Galván- cómo ir seguros por las calles. El policía, en solitario tras la jubilación de su compañero Óscar Santana, impartió un agente impartió 284 horas en los colegios Agustín Manrique de Lara, Amelia Vega Monzón, Doctor Gregorio Chil y Naranjo, Doctor Hernández Benítez, El Goro, Enrique de Ossó, Esteban Navarro, Hilda Zudán, José Tejera Santana, Juan Negrín, La Garita, Los Caserones, Maestro Félix Santana, María Jesús Ramírez Díaz, María Suárez de Fiol, Marpequeña, Montiano Placeres, Padre Collado, Pedro Lezcano, Plácido Fleitas, Poeta Fernando González, Poeta Francisco Tarajano, Príncipe de Asturias, San Juan, Saulo Torón y V Fase Jinámar.
Juan Martel, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Telde, destacó ayer "que este curso nos hemos quedado con un solo agente, pero es nuestra intención empezar el próximo con otro policía más y ya buscamos a un voluntario que le interese este destino".
El edil, quien también ocupaba el mismo cargo cuando se inició esta experiencia, nacida del empeño y preocupación de Félix Ramos, en aquel entonces agente y hoy en día jefe de la Policía Local, define "como imprescindible este curso de educación vial para los colegios, ya que ha demostrado ser un excelente medio para concienciar a los niños de los peligros en las carreteras y calles y todo lo que se haga por mantener este servicio ayuda a prevenir accidentes y evitar dramas por ellos".
El edil no oculta su satisfacción por la buena marcha del programa de prevención, que trasciende además de las aulas donde se ha impartido. "Lo bueno es que muchos padres nos dicen que sus hijos están todo el día diciéndoles lo que están haciendo mal cuando conducen o caminan por la calle, ya que su grado de concienciación es muy elevado y contagian de él a los padres, que ven bien el proyecto".
Pedro Galván ha visitado en el último curso a 26 centros escolares para instruir a los más pequeños y en todos se ha encontrado al principio rostros sorprendidos y tímidos al verlo de uniforme. Todo cambia cuando cogen confianza y son muy participativos en lo que les comenta el agente, pero si hay una actividad que parece chiflarles es el de la colocación de un semáforo en el patio de sus colegios para practicar cómo deben cruzar la vía una vez han aprendido a conocer el significado de cada color. Al final, a todos les entusiasma esta simulación de la vida real y, cómo no, como reconoce Galván, "algunos expresan sus ganas por ser policías al acabar la semana del curso".
Después de aprender de forma dinámica las principales normas de seguridad vial, los menores participantes de los centros que se adhieren al programa de educación vial recibieron un diploma, un carné y pegatinas, entre otros obsequios. La Policía Local envía comunicación a todos los centros por si quieren que se les incluya en este proyecto de educación vial, que cuenta con bastante aceptación y que se ha convertido en ya imprescindible en la enseñanza en Telde.
