La reapertura del centro de mayores de Telde se alargará en el tiempo y con toda probabilidad pasarán meses hasta que se logre ofrecer sus actividades y servicios a los 3.000 socios que posee. Las obras de envergadura en el sistema contraincendios y en la red eléctrica que deben realizarse en el inmueble por el Gobierno de Canarias, propietario del edificio, hacen inviable su uso por los jubilados.
No obstante, el Ayuntamiento de Telde tiene un plan b y espera concretar la habilitación la próxima semana un nuevo local muy cerca de este inmueble, situado en el barrio de San Gregorio. La incógnita, según expuso ayer Marta Hernández, concejala accidental de Servicios Sociales, es "si será un inmueble público o habrá que hacer un contrato con uno privado, todo dependerá de en qué estado se encuentren ambos".
La edila, quien quiso salir al paso de las críticas recibidas por miembros de la junta directiva del centro y por partidos de la oposición, quienes han criticado que nose le informe de las gestiones realizadas, reiteró que "se trata de un tema de responsabilidad, no podemos arriesgarnos a reabrir el centro y que luego ocurra una desgracia a algún usuario". Además, señaló que recibió la visita de un grupo de mayores que pidió información sobre la realidad del inmueble y "después de explicarles la situación, la entendieron e incluso nos ofrecieron su colaboración si había que ir a hablar con Clavijo".
Hernández, quien mostró toda la documentación sobre este asunto, recordó que hace casi tres años se remitieron al Gobierno de Canarias [2 de octubre y 21 de octubre e 2013] dos informes sobre la situación del centro de mayores. Más tarde, en diciembre de ese año y luego el 13 de enero de 2014, se volvieron a mandar a la Dirección General de Políticas Sociales. En ellos se indica que incumple la normativa actual, como los del resto de la Isla, en materia de electrificación y sistema contraincendios. Fueron elaborados por técnicos del departamento de Prevención Laboral y la trabajadora social del Ayuntamiento de Telde, pero con el cierre el pasado 3 de mayo para realizar obras de picado, pinturas y arreglo de los desagües se descubre importantes problemas en la red eléctrica y de seguridad.
Este descubrimiento supuso que la reapertura del inmueble, donde los mayores del municipio realizan numerosas actividades, prevista para el 9 de mayo se estancara y siga aún sin resolverse. A la espera de lo que decida el Gobierno de Canarias, cuyos técnicos han emitido informes coincidentes con los del Ayuntamiento.
La gestión de la concejala accidental de Servicios Sociales se encamina, una vez constada la impobilidad de reabrir el centro de mayores en los próximos meses, en el plan b, en la anunciada búsqueda de otra localización alternativa hasta que se pueda volver al inmueble del Ejecutivo regional. Para ello, Marta Hernández baraja dos emplazamientos, ambos cercanos al donde suelen acudir a raelizarlas. Uno, según anunció, es propiedad municipal y el otro es privado y "la próxima semana nos acercaremos con un técnico para ver en qué estado se encuentran ambos para decidir lo que sea mejor para que podamos ofrecer a los mayores un sitio con garantías".
