Inaugurada el martes por la tarde, la biblioplaya de Melenara, con un retraso imprevisto por Cultura y Gestel, la biblioplaya mantendrá abiertas sus puertas hasta el próximo 31 de agosto, de lunes a viernes y en horario de mañana y tarde. Nacida hace nueve años para fomentar la lectura como alternativa a los baños de sol y en la marea, se ha convertido en referencia para quienes desean pasar sus ratos de ocio con un libro o cualquier publicación entre sus manos.
Pero como estamos en tiempos de nuevas tecnologías, los ordenadores o la conexión wifi para los que prefieran acceder a los contenidos de internet de manera gratuita son otros de los reclamos para los usuarios. Y, además, por primera vez en estos nueve años, el amplio catálogo de la biblioplaya -1.500 libros, un número más amplio que el ofrecido el pasado año- se podrá consultar en la página web de la Red de Bibliotecas de Canarias, Bica.
Los autores canarios y teldenses en particular cobran protagonismo en esta edición, a los que se suma colecciones demandadas como After o Blue Jeans, una completa selección de lectura infantil, juvenil y para los adultos, que solo con ser socios de cualquiera de las bibliotecas públicas de Telde pueden solicitar a préstamo los libros y utilizar los otros servicios que ofrece de manera gratuita.
Este año, además, las instalaciones son más amplias y espaciosas, con una terraza en el exterior que permite gozar de la lectura y de camino observar la marea y según las dioptrías de cada uno, ver a lo lejos la bronceada escultura de Neptuno que corona esta cala.
La concejala de Cultura y la directora de las bibliotecas municipales observan durante una visita los ejemplares que se encuentran en las estanterías de la biblioplaya, mientras, además de Juan Martín con su periódico y dos chicas ante sendos ordenadores, José Antonio Quevedo descansa un rato la vista en la mesa contigua. Es un veterano usuario de la biblioplaya, un recinto que le parece estupendo para disfrutar de la lectura de papel o a través de los digitales.
Sin embargo, todo no es estar sentados ante las mesas. Para evitarlo, las narradoras María Buenadicha y Yanira Naranjo y el grupo de mayores Contadores de Vida relatan historias salidas de los libros o la experiencia vital para que los más jóvenes disfruten de la cultura de forma amena.
