El cielo en Melenara no fue esta madrugada de color azul casi negro como acostumbra a partir de la medianoche, sino una suerte de lienzo donde se dibujaban todo tipo de figuras con colores vistosos en una noche de verano que convirtió a la playa teldense en la reina de la fiesta de Gran Canaria.

La escena, no por repetida, deja de ser hermosa. Miles de personas -la organización no aventuraba cifras concretas, pero por experiencias anteriores podrían llegar perfectamente a más de 20.000 asistentes- disfrutaron de los fuegos artificiales del barrio costero, un espectáculo pirotécnico que pareció aún más deslumbrante después del susto de su posible suspensión el día anterior. Desde el muelle, primero, y desde el mar, después, los voladores se dirigían en oleadas hacia el oscuro cielo para como si de una diana se tratase para estampar en ella su firma. Colores que pintaban una madrugada con luces apagadas para resaltar todavía más su esplendor y que volvieron a sorprender y a causar admiración a los congregados.

Los espectadores habían llegado horas antes como aquellas barranqueras que anegaron la playa en el otoño pasado, pero sin sus efectos devastadores. Todos querían buscar aparcamiento en las mejores zonas para, una vez terminada la exhibición pirotécnica, salir con facilidad hacia otros destinos y evitarse la incomodidad de las colas de vehículos. Pese a que el acceso a Melenara dispone de tres entradas por carretera -desde el polígono industrial de Salinetas, vial costero y la tradicional carretera hacia Telde- y el dispositivo policial para dirigir el tráfico con la intención de aligerar en la medida de lo posible la circulación de los cientos de vehículos en la carretera.

En las horas previas a la exhibición de los fuegos artificiales había vida en Melenara. Al caer la tarde había comenzado el rastrillo solidario en la avenida de la playa, al que siguió un partido de fútbol de solteros y casados cerca del balneario o uno de los actos más populares: la gran gymkana Spar, donde los participantes salieron desde el balneario hasta la zona de los pinos con los carritos y los tres primeros ganarían sendos carros de compra de esta empresa alimentaria valorados en 100 euros.

Yeremi Dj calentó motores con su actuación en el escenario hasta que, con la autorización de la torre de control del Aeropuerto confirmada, empezaron los fuegos artificiales. El silbido que se oía de éstos al subir hacia el cielo y su posterior riego de colorido tuvo como complemento los miles de flashes que al unísono salían de los móviles para captar las mejores imágenes posibles. La combinación de ambos hizo que la playa pareciera casi de alborada.

Mientras, desde todas partes de la playa y desde las viviendas cercanas, el espectáculo se seguía con la misma admiración de siempre. Los fuegos duraron unos 26 minutos y a su término cientos de coches tuvieron que esperar más de una hora para salir del barrio porque estaban colapsadas todas las vías de salida, pese al dispositivo especial montado por la Policía Local de Telde.

La enorme participación, muchísima más que el año anterior, superó todas las expectativas y asumir tanto vehículos por las tres salidas se convirtió en una labor muy complicada, pero ya al filo de las tres de la madrugada las retenciones eran menores y el tráfico se hizo algo más fluido.

Hoy, desde las 5.00 a las 9.00 horas, tocaba el trabajo arduo de los operarios de las concejalías de Limpieza Viaria y Recogida de Residuos y Playas, dirigidas por Eloy Santana. El servicio incluye efectivos y material tanto propios municipales como de la empresa concesionaria FCC. Una máquina barredora, un camión de recogida de carga trasera, una cuba baldeadora, un tractor cribadora, un camión abierto cabstar, cuatro conductores y 12 operarios.

El servicio ha recogido 7,5 toneladas de basura. Según explicaron algunos vecinos, "las papeleras están rebosadas y las bolsas, muy grandes, que utilizaron los operarios se llenaron totalmente". Esta mañana Melenara amaneció con un aspecto limpio, con bañistas en la playa y con los preparativos para la celebración de la tradicional procesión marítimo-terrestre de las imágenes de los compatronos del barrio costero, el Santo Cura de Ars y la Virgen del Carmen que comienza a las 18.00 horas en la playa de Melenara.