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"Pongo voz al amor de Jhonander"

Francisco Ojeda, padre del sargento fallecido en el accidente de helicóptero del 22 de octubre de 2015, pregona las fiestas de La Garita en sustitución de su hijo

"Pongo voz al amor de Jhonander"

Francisco Ojeda Cabrera tuvo anoche un sinfín de emociones durante la lectura del pregón anunciador de las fiestas de La Garita en honor al Sagrado Corazón de Jesús. Padre de Jhonander Ojeda, el sargento fallecido en el accidente del 22 de octubre de 2015, el pregonero sustituía a su hijo en esta labor, ya que era él quien debía haber abierto los festejos de su barrio. Por ello, no dudó en mostrarse muy orgulloso, como vecino, de tener la oportunidad de anunciar los actos patronales de la playa, pero más orgulloso se sintió cuando aseguró a los asistentes que "en realidad estoy hoy aquí para darle voz a mi hijo, Jhonander Ojeda Alemán".

Un amor por La Garita, por su playa, en la que participaba en todos los actos que se celebraban. Francisco Ojeda, emocionado en varios momentos de la lectura del pregón, evocó que "La Garita es el escenario donde Jhonander vivió y disfrutó de su infancia, la playa donde correteó desde muy pequeño, donde buscó el otro lado de la tierra excavando en la arena y donde vivió sus primeros amores de verano. Pero La Garita también es el lugar donde Jhonander empezó a forjar un carácter centrado en el valor, la tenacidad, la fuerza de voluntad y un cierto sentido de desafío a la fuerza de la naturaleza".

El pregonero también recordó que a su hijo le habían propuesto el año pasado pregonar las fiestas de su barrio natal, pero los trámites burocráticos por su condición de militar lo impidieron y se le había elegido para este año. El accidente que segó su vida con los 27 años recién cumplidos dejó al barrio costero huérfano de uno de sus residentes más carismáticos y queridos y cuya figura perdurará con el mural realizado justo en la zona de la playa donde le gustaba estar.

Hubo momentos de ternura paterna cuando Ojeda Cabrera rememoraba al desinquieto niño que era Jhonander, el que nada temía para preocupación de sus padres por su osadía infantil. "De chico tenía que tenerlo siempre vigilado porque era muy, muy atrevido".

Si el mar era su amor, donde se atrevía a todo, la pasión de su vida era la aviación. Como expuso su padre en el pregón, "Jhonander amaba más que nada en el mundo su trabajo en el servicio aéreo de rescate del Ejército del Aire. Ser a la

vez mecánico y aviador era su ilusión y su vocación desde muy niño. Lo atestiguan los dibujos que guardamos, desde muy chiquitito, ya dibujaba helicópteros salvando personas. Y también, si me permiten otra anécdota, los juguetes que destripaba para desmontarlos y volverlos a montar, porque la mecánica también era su pasión".

Francisco Ojeda, quien recordó que su hijo era un romero entusiasta e intentaba no perderse ninguna y por ello él le compró a sus dos hijos una furgona para que hicieran noche después de las noches de fiesta. En su pregón, tuvo recuerdo emocionado para populares vecinos de La Garita ya fallecidos, como el sacerdote Paco Bello, Elías Ruano, Sonia, Chano el Guapo, la joven Elena, prima de Jhonander, "que aunque hoy no están aquí presentes sí están en la memoria de todos".

Antes de finalizar el pregón y animar a participar en las fiestas patronales, Ojeda volvió a poner voz a su hijo al señalar: "En su nombre, les animo a disfrutar de estas fiestas y a convertirlas en un semillero donde sembrar y coleccionar buenos recuerdos, instantes, donde compartir la alegría y el amor, donde regalar sonrisas y abrazos a nuestros hijos, a nuestros hermanos, a nuestras parejas, a nuestros amigos, a nuestros vecinos. Donde disfrutar con cosas tan simples como escuchar el rumor del mar y buscar estrellas en el cielo. Desde ellas nos miran con toda su luz Jhonander y sus compañeros".

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