Carlos Jean fue el encargado de cerrar anoche la campaña veraniega Súbete a la ola de la vida, que durante los meses de estío ha centrado, sobre todo, numerosas actividades en Melenara. Con un tiempo agradable y al principio con una tímida presencia de público antes del inicio del concierto del músico gallego, que se animó a medida que se fue calentando el ambiente con los temas ofrecidos. Pero no fue el único referente festivo de anoche en Telde, ya que El Caracol celebró su romería con la presencia de unas 150 personas y La Garita, en el segundo día de sus fiestas, congregó a los nostálgicos y simpatizantes de la música de las décadas de los 60 a los 90, ataviados con vestimenta de la época.
Sin duda fue la actuación de Carlos Jean lo más mediático de la jornada de ayer, donde según fuentes de la Policía Local se congregaron minutos después del inicio alrededor de 2.000 personas, la mayoría adolescentes de entre 14 y 15 años, aunque fue sumándose más público, ya que terminó sobre la una de la madrugada. En su primer concierto en Telde, Jean trajo sus mejores composiciones ante una audiencia donde se encontraban quienes conocían ya la música del compositor ferrolano y quienes se acercaron a la arena de la playa para conocer de qué iban los temas interpretados, entre la curiosidad y el gusto por lo nuevo.
Mientras, el ajetreo en los restaurantes cercanos también era palpable, con un gran movimiento de clientes que, unidos a la buena noche reinante y la actuación musical pudieron disfrutar de una jornada festiva completa. Las esperas para comer en algunos locales se llevaban mejor con el sonido procedente del escenario instalado para las fiestas patronales del barrio, pero que al final lo reengancharon para culminar, además de la campaña veraniega, la primera semana cultural del barrio costero.
Sin alejarse del litoral, en La Garita, después del emotivo pregón donde se recordó la figura de Jhonander Ojeda, anoche las fiestas dieron un giro y se retrotrayeron a las últimas décadas del siglo pasado. Sin que se llenara la plaza, vecinos y visitantes ataviados con ropa de los años 60 al 90, se escenificó la peculiar versión del guateque en el barrio costero, allí llamado Gariteque, donde pantalones de campana, camisas de cuello largo y otros elementos distintivos de la época salieron de los baúles de los recuerdos y reinaron varias horas.
Lo sucedido en El Caracol fue otra cosa. La elección el viernes por la noche de Alba Cruz como Miss San Ramón Nonato, de Ayoze Ortega como Míster, también los más fotogénicos de la cuarta edición del certamen de belleza, dio paso ayer a un acto tan popular como la romería en honor a los dos patronos del barrio, San Ramón Nonato y la Virgen de la Merced.
Unas 150 personas vestidos con trajes canarios, con timples y guitarras y algún que otro baile animaron el recorrido de las carretas inspiradas en motivos tradicionales como el faro y el tambor.
