El Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Políticas Sociales, liderada por su directora general, Carmen Acosta, asegura que dio el pasado 6 de septiembre una orden al Ayuntamiento de Telde para abrir el Centro de Mayores del municipio que llevaba más de cuatro meses cerrado y que, tras la lucha de los jubilados, abrió de forma parcial el 12 de septiembre.

Acosta explica que las obras llevadas a cabo por la Consejería se corresponden con trabajos que "no eran competencia del Gobierno de Canarias" pero que "no podíamos dejar de hacer porque era necesario que los usuarios volvieran a disfrutar del recurso con normalidad". Así, son varias las actuaciones ejecutadas para mejorar el estado del inmueble.

Entre ellas, "la adecuación completa de los sistemas de detección y extinción contra incendios, a los que, a pesar de tener el Ayuntamiento un contrato con una empresa especializada de mantenimiento, hubo que hacer algunas mejorar importantes, como la sustitución de los detectores de humo, ya que estaban obsoletos". También la instalación de una centralita, sirenas "porque no había ninguna" y pulsadores, así como la mejora de las bocas de incendio, todo para garantizar la seguridad de los usuarios.

Desperfectos

Comenta que tras las primeras obras se encontraron "más desperfectos de lo esperado por la falta de mantenimiento durante años", lo que retrasó todo el proceso. Así, Acosta agradece a los mayores que cada día acuden al centro "la paciencia que han tenido desde marzo, porque a veces las obras se complican y se atrasan sin que sea responsabilidad de nadie, y esto es difícil de entender. Sin embargo, vuelvo a resaltar que la decisión de mantener el centro cerrado, una vez finalizadas las primeras obras, fue una decisión unilateral del Ayuntamiento, y que La Dirección General ha aprovechado para dar solución a estas deficiencias detectadas".

Al haber "muchas más cosas por hacer para seguir mejorando el centro", asegura que existirá una coordinación con el Consistorio de Telde "por el bien de los mayores". La directora general recuerda que las primeras obras rondaron los 14.000 euros, "con las que se ha garantizado mayor seguridad".