¿Qué espera del estreno?
Nos lo tomamos como el oficial, porque la película cuenta una historia ocurrida en Telde, aunque sea ficción, y queremos estrenarla aquí.
¿En qué se basa?
Tiene comienzo en el año 77 con las primeras elecciones democráticas, donde hay un señor en un barrio de la ciudad de Telde que es un antiguo falangista al que pican por el tema de la democracia tras el fin de la dictadura. Este va recordando lo ocurrido, como hombre torturado y perseguido por su pasado. Cuenta el movimiento político que vio y el recuerdo de la Guerra Civil.
¿Son hechos reales?
Es un guion original mío y los personajes son ficticios. El personaje principal cuenta una historia, centrada en una familia y su entorno, con ciertos hechos que pasaron.
¿A qué se debe el título?
A una frase que mi abuela siempre tenía en la boca. Cuando mi abuelo salía y llegaba con una copita de más, yo le preguntaba a ella que si eso era así y me respondía que era el pan nuestro de cada día. Creo que el pan nuestro de la humanidad es la lucha por el poder, la codicia, las guerras y la historia en sí.
Un honor estrenar en Telde.
Sí, además de ser mi municipio es el lugar de donde parte la historia.
¿Cuándo comenzó en el cine?
A los 20 años empecé como actor. Mis comienzos fueron con la Compañía Canaria de Teatro y siempre he estado metido en este mundo. El cine lo quise tocar, pero con los medios que habían en aquella época era imposible. Ahora, con la aparición del cine digital, he estado en varios cortos en Canarias y, como me gusta dirigir, me lancé a escribir para hacer mi película.
¿Contento con lo obtenido?
El 22 de junio hicimos el preestreno en el Monopol. Ahí quisimos tantear qué sensaciones habían entre el público y hubo bastante aceptación. Me quedé muy sorprendido, porque a la gente le gustó mucho.
Siempre le ha gustado el cine.
Sí, pero antes no se podía acceder a las cámaras, imagínate que empecé con una Súper 8 y cuando trabajaba con ella había que mandar todo a Madrid, esperar que llegara a los 15 días y un proceso muy complicado. Ahora con un programa digital es más fácil.
¿Se dedica solo a esto?
Como buen canario, tengo que comer de una cosa y soñar con otra. Trabajo como fontanero y mi pasión es el cine, pero no puedo vivir de ello por las condiciones que hay.
Afronta con ilusión esta meta.
Sí, es el debut oficial en mi casa y delante de mi gente. Estoy nervioso por que salga todo lo mejor posible. Nuestra idea, además, es una proyección en Agaete el 29 de este mes y estar en el festival de cine de Gáldar, al que nos han invitado. Intento que, al menos, el trabajo se vea y no se quede para cuatro amigos y que se debata, porque es la historia de lo que pasó en Canarias durante la Guerra Civil y nadie ha hecho una película en ficción de esto.
¿Previstos más proyectos?
Tengo escrito como para hacer un largometraje, incluso llegaría más lejos y sería más ambicioso hacer una miniserie con capítulos de una hora donde se abarque desde el año 31 hasta el 42. Así se vería el antes de la guerra, la guerra, la posguerra y la represión, pero eso es soñar. Soy canario y, como tal, soy un pajarito que vuela muy alto pero al que le suelen cortar mucho las alas.
¿Existe un descuido hacia el artista canario?
Sí. El fuerte de esta película es la interpretación, porque hay mucho talento aquí, pero no hay oportunidades. Lo que traigan de fuera que sea para sumar, genial, pero para estar igual, mejor invertir aquí, porque hay mucha gente y muchas historias que contar.
¿Por qué esta temática?
Porque aquí la Guerra Civil es un tema que ha quedado tabú, como si no hubiera pasado nada y sí ha pasado. Hay 1.500 personas desaparecidas, en fosas comunes y ¿por qué no contarlo? A nivel nacional hay más de 900 películas sobre esto y aquí nada. Nos ven como las islas afortunadas, pero tuvimos una represión brutal y hay que contarlo sin miedo. En las guerras nadie vence, porque somos personas derrotadas por el sistema, en mi película se hace referencia brutal a la política actual, porque mira en el año que estamos y no nos ponemos de acuerdo ni para salvarnos todos.
¿Pone voz al pueblo?
Sí, claro. Cuando pasan estas cosas todos van a salvar la patria y a tener la verdad absoluta y esta no existe. A ver si juntos hacemos una verdad más bonita.
¿Espera que se le abran puertas después del estreno?
Ojalá, pero ya no sólo por mí, porque tengo 56 años, pero me gustaría que salgamos unos cuantos y que nos vean fuera. Hoy por hoy, a lo más que aspiro es a tener mi película y dejársela a mi nieta, pero me alegraría que hubiera un chiquillo que salga fuera, lo vean y triunfe, porque aquí hay calidad para eso.
