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Entrevista

Jesús Garriga: "Estoy siempre en la búsqueda, mi mejor canción está por venir"

"El primer día que fui a tocar en el metro estuve una hora en la puerta dudando entre si entrar o marcharme", señala el cantautor

Jesús Garriga en uno de sus conciertos. LP / DLP

Es de Tenerife pero vive en Gran Canaria.

Estudié magisterio de educación física y me vine para hacer la adaptación al grado de magisterio de primaria. Soy profesor de ambas cosas, pero no ejerzo, solo doy en ocasiones clases extraescolares de judo, y es lo único que hago relacionado con la docencia, aunque espero dedicarme en un futuro próximo.

Entonces, ¿la música no se mantiene en sus planes?

Sí, llevo unos 15 años en esto y es mi primera profesión. Si lo de la docencia viene, bien, pero lo mío son las canciones y la música.

¿Cuándo empezó?

Comencé por causalidad, y profesionalmente en el 98 con un concierto en un encuentro de cantautores en la Universidad de La Laguna. Luego fui premiado en un concurso a nivel nacional y me fui a vivir a Madrid, donde está el inicio de mi dedicación exclusiva a la música.

¿Por qué en Madrid?

En ese momento todo lo relacionado con la canción de autor estaba allí, como discográficas, locales y compañeros de mi generación que se quedaban. Me pareció el sitio adecuado para ejercer.

¿Fueron comienzos duros?

Fue duro porque Madrid es una ciudad grande y con un circuito donde está todo ocupado. Eso al principio, pero ya el primer año estuve cantando en el metro, en la calle y algunos conciertos en locales, aunque en los que tenían más tradición era más difícil entrar y hasta los siete meses no pude acceder.

¿Cómo fue tocar en la calle?

Al principio da reparo y vergüenza, porque era tocar en un sitio donde nadie te reclama. Recuerdo el primer día que fui a tocar en el metro y estuve casi una hora en la puerta dudando entre si entrar o no. Al final fue todo muy agradable, la gente respondió muy bien y esto me permitió vivir un tiempo de lo que ganaba tocando en la calle.

¿Recuerda alguna anécdota?

En el metro vi, mientras tocaba, que un securita venía hacia mí y pensé que me iba a echar, pero se acercó y me ofreció un refresco, me dijo que lo hacía muy bien y me felicitó, algo muy bonito. O una señora, cuando tocaba cerca de un quiosco, se acercó y pensé que iba a mandarme a callar, pero me tiró un puñado de caramelos e hizo un signo de aprobación. Me hacía feliz saber que estaba haciendo feliz o entreteniendo sin haber sido llamado.

¿Qué hace feliz a las personas que lo escuchan?

Creo que el conjunto de todo y que se identifican con el mensaje que lanzo y la forma de transmitirlo, porque lo hago de forma personal y cercana, ya que lo que canto es lo que siento y no se aleja mucho de lo que sentimos todos en general.

¿Qué tipo de mensajes lanza?

Lo que tiene que ver con lo cercano, lo que sentimos con las relaciones con las personas, e injusticias sociales, pero nada de política.

¿Qué ocurre cuando compone y tiene la pieza lista?

Primero siento inseguridad por si está bien y gustará, y a la vez una sensación bonita de haberme vaciado. Cuando está lista me gusta tocarla mucho, porque es como cuando estrenas algo nuevo que te encanta, y todo el rato lo quieres usar.

¿Un momento especial?

Un momento muy emocionante fue cuando me dieron un premio en Murcia hace años. La artista que cerraba era Chavela Vargas y los premiados tuvimos la oportunidad de estar con ella en el camerino y acompañarla a pie de escenario. Cuando estaba detrás fue increíble su momento de concentración y la energía que transmitió, fue algo que me dejó marcado. Ver como lo siente y como respeta a su público. Estuve todo el concierto con la piel erizada y hasta alguna lagrimilla.

¿Qué le parecen estos conciertos en Telde?

Debería de hacerse en otros municipios, porque los cantautores andamos escasos de lugares donde mostrar nuestras canciones. Más después de ver los conciertos de mis compañeros, con gran éxito entre un publico que no es el fijo, sino caras nuevas que se acercan a ver lo que hay y que se fueron encantados. Sé que es una apuesta valiente porque somos gente por descubrir, pero al público le gusta y es una forma de hacer ver esos espacios.

Se considera alguien por descubrir y con mucho por dar.

Quiero pensar en que mis canciones las descubrirán cada vez más personas y que me queda mucho por dar. Me queda mucha cuerda y suelo decir que estoy siempre en la búsqueda, porque mi mejor canción está por venir.

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