Un total de cinco parejas protagonizaron ayer el primer campeonato de zanga en las fiestas de San Francisco y en honor al vecino del barrio, ya fallecido, Pepito Ojeda. Dos mujeres, entre ocho hombres, protagonizaron una jornada en la que la emoción estuvo presente hasta último momento. Sin saber a qué hora acabarían, a las cinco de la tarde comenzaron la partida y, a partir de las seis, Dj Promaster se encargó de poner música en la misma plaza donde se celebró el torneo.

Susana Castro fue una de las féminas participantes y, además de ser la organizadora del evento es la presidenta de la asociación de vecinos de esta zona emblemática de Telde. Desde por la mañana se colocaron las mesas y sillas a utilizar, con ilusión, en la plaza, donde lucieron vacías hasta que llegó la hora del juego, pensado con cariño para dar un homenaje por todo lo alto.

Explica Castro que el nombre que lleva el campeonato es en recuerdo a Pepito Ojeda, "un señor de San Francisco que ya falleció y que jugaba mucho a la zanga". Al ser la primera edición organizada, "porque hace solo un año que recuperamos las fiestas después de años perdidas, y para recordar con cariño a este vecino", no hubo dudas del nombre elegido para el torneo.

Así, sus participantes, todos del municipio y animados a jugar por la información recogida en los carteles y programas repartidos por Telde, gozaron de una tarde especial haciendo una de las cosas que más les gusta y entrando a formar parte de la historia de la celebración anual en San Francisco, por ser los protagonistas de la primera edición de esta actividad en el festejo.

Aunque las partidas estuvieron muy reñidas durante toda la tarde, el barrio ya tiene ganadores. Hoy, a las 17.00 horas en la misma plaza, Diego Ojeda, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Telde, entregará los trofeos a las tres parejas ganadoras, con n el primer, segundo o tercer puesto.

La presidenta de la Asociación asegura que, hasta el momento, el jolgorio está yendo muy bien. "Hemos recibido felicitaciones por parte de los vecinos y la verdad es que estamos muy contentos con todo", explica, mientras recuerda que se trata de una celebración "corta pero intensa". "Hay que seguir adelante con las fiestas, para que no desaparezcan, y con el barrio, aún cuando el festejo acabe", añade.

Otras actividades

"Parece que los niños salieron de debajo de las piedras", comenta Castro para referirse a la jornada dedicada a los más pequeños. Comenta que se quedaron impresionados al ver a tantos corriendo por San Francisco y disfrutando de un espacio pensado para ellos con todo el amor del mundo. "No paraban, había que verlos", apunta con entusiasmo.

Pero los menores no fueron los únicos afortunados, porque en este barrio hay animación para todos. "Fue muy bonito ver la zona sin coches y que solo lucieran los vehículos antiguos rodeados de público por todos lados", determina sobre otras actividades desempeñadas, incluidas en el programa del festejo.

"El barrio está contento y hay que darle vida", afirma. Así, recuerda el momento en el que el único coche antiguo de Kalise recorrió sus calles repartiendo polos de Clipper a los traseúntes, que no quisieron perderse una celebración de tal envergadura. Sin duda, alegría y alma por todos lados.

Recuperar tradiciones

Dentro de los objetivos fijados por la Asociación de Vecinos se encuentra la recuperación de la fiesta del drago celebrada, de forma habitual, el 30 de diciembre. "Se solía hacer en la plaza, donde había un drago y todos los vecinos por esa fecha se acercaban y le hacían una fiesta", explica la presidenta. Por ello, prevén plantar el árbol este año para que "a partir de entonces todos los años venga gente de todos lados a celebrar la tradición en la que hacíamos, entre otras costumbres, una comida popular", añade.

Por el momento, se centran en que las fiestas patronales continúen y terminen de la mejor manera posible. Ayer, a partir de las doce de la noche, la jornada culminó con los voladores habituales. Aunque se consiguieron, "porque el Ayuntamiento nos dijo que no podían ayudarnos y tuvimos que recurrir a los ahorros de la Asociación", fueron "algo pequeño", explica el grupo, que asegura haber gastado 400 euros "sólo por la tradición, porque creemos que hay cosas más importantes que los fuegos, que el barrio necesita".