La Policía celebró ayer su día en la ciudad teldense. Desde las once de la mañana, la basílica de San Juan se convirtió en el templo de acogida del colectivo y sus familiares, donde se desarrolló una misa en su honor. Acto seguido, el Teatro Municipal Juan Ramón Jiménez abrió sus puertas para recibirlos y conmemorar la festividad. Allí, se dieron doce condecoraciones, entre ellas la que recordó la colaboración desinteresada que el empresario de Telde Alejo Pérez Santana lleva a cabo con la comisaría en el municipio.
Como cuando pusieron su nombre a un paseo en la ciudad en el año 2009, Pérez se sometió ayer a los aplausos sinceros del público en el Teatro Municipal. Reconocido en Telde por su labor profesional y humana, se trata de un vecino ejemplar que ha luchado por sacar adelante los barrios que conforman su lugar de residencia.
A sus 73 años aún no hay quién lo pare, porque sus ganas de estar siempre a pie del cañón son insuperables. De esta forma, la Policía ha querido homenajear su colaboración altruista, con la que lleva años ayudando a la sociedad. Sin duda, se trata de un modelo de ciudadano ejemplar que ayer vio reconocida parte de su labor. Con paso firme, humildad siempre presente y expresión de agradecimiento, recogió la placa que el Cuerpo le otorgó como muestra de agradecimiento sincera.
Como él, otras once personas, entre agentes en activo o jubilados y civiles, recibieron diversas condecoraciones por su servicio no sólo a la Policía, sino a la sociedad en su conjunto, arriesgando sus vidas o sin pedir nada a cambio.
Durante la eucaristía desarrollada en San Juan, los protagonistas fueron felicitados por el párroco, que no dudó en aprovechar el festejo por los Santos Ángeles Custodios, que da motivo a este día de celebración, para desear protección a cada uno de los que diariamente arriesgan su vida por los demás. También, agradeció al colectivo su labor, sin olvidar a los que perdieron su vida por la labor o ya no están en activo, "para que envejezcan y lleguen al final con salud y fuerza", apuntó.
Al finalizar la misa y después de algunas fotos de recuerdo en la plaza del barrio teldense, el grupo se puso en marcha hasta el Teatro Municipal. Una vez allí, la canción Mi Héroe, de Antonio Orozco, recordó una y otra vez la palabra que más les define. Mientras tanto, un sin fin de fotografías, muestra de sus acciones con su trabajo, pasaban en una pantalla sobre el escenario.
Antes de comenzar el acontecimiento, la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, compartió mesa con el comisario jefe de Telde, Jesús García; el teniente coronel de la Base Aérea de Gando, José Manuel Munaiz; y la magistrada juez del juzgado de lo penal número seis de Las Palmas de Gran Canaria, Ivana Muiños. Tras haber transcurrido escasos segundos, García se puso en pie y se dirigió al atril frente a un público emocionado.
Sin guiones en sus manos, advirtió que su intervención sería sin papeles y "a corazón abierto", explicando que sería este el que hablara. Así, recordó que no podía ser de otra forma, puesto que, de la misma manera, la comisaría de Telde se muestra siempre abierta y disponible para los ciudadanos, "solo tenemos los calabozos cerrados, pero si alguien quiere pasar a verlos también los abrimos", añade.
El mensaje que transmitió fue muy claro: "Telde es un municipio seguro". Con orgullo dio a conocer la estadística sobre la labor de su equipo en este último año, en el que los actos criminales han descendido un 7,5 por ciento respecto al anterior. "En las Islas el descenso ha sido sólo del tres por ciento", señaló a modo de comparación con los logros conseguidos en la ciudad.
Comenta que, a pesar de que "hay delitos ante los que nos encontramos con las manos atadas, porque no dependen de nosotros y solo podemos hacerles frente cuando ocurren", los que sí dependen de ellos como, por ejemplo, robo con violencia en las calles o en las viviendas, "todos han disminuido en un buen porcentaje", a la vez que los otros se han mantenido.
Señala, además, el esfuerzo doble de sus agentes en el este último año ante la consecuencia de "20 policías menos". Cuenta que, a pesar de las bajas, "están trabajando tanto o más que cuando estaban todos, lo que se demuestra en los resultados". Por otro lado, recuerda a los colegios e institutos la necesidad de inculcar civismo a los niños y jóvenes para hacer que los delitos que no están a su alcance frenar, disminuyan, poco a poco, a través de la educación.
García se define como un "policía feliz en esta sociedad" y afirma que no espera reconocimientos, "porque es nuestro trabajo", pero pide un poco más de consideración "para que no nos acusen de no hacer bien nuestro trabajo o de no hacer todo lo posible". Explica la línea delicada entre la que se enmarcan las acciones de un policía, "porque tenemos que decidir en una fracción de segundo, y es triste tener miedo de que se malinterprete lo que hagamos, porque estamos en un estado de derechos, no lo podemos todo y nosotros también tenemos que cumplir la ley".
Carmen Hernández, por su parte, agradeció la labor constante del colectivo en la ciudad teldense e hizo reflexionar sobre "qué hacemos cada uno de los ciudadanos para favorecer la paz social".
