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Entrevista

"León y Castillo trae con `Diario de Las Palmas' el periódico general a Canarias"

"Aunque fue periodista en su etapa inicial, luego financió periódicos sin aparecer en su accionariado", destaca Jorge Alberto Liria, editor, historiador y periodista

Jorge Alberto Liria, ayer, antes de la conferencia. JUAN CARLOS CASTRO

¿Qué relación mantuvo Fernando León y Castillo con el periodismo de su época.

León y Castillo tiene una etapa inicial como articulista político que realiza durante su etapa cuando estudia Derecho en Madrid. Empieza con artículos políticos, acompañado por su amigo Benito Pérez Galdós. Cuando acaba la carrera empieza a participar su actividad como funcionario del Estado y comienza con Albareda en otros medios de comunicación. Estuvo en El Imparcial y en El Eco del País. Luego crea La Revista de España con Albareda en 1868, con el Sexenio Revolución y aquí no solo colabora como articulista, sino que tiene el 50% de la propiedad de esa publicación, aunque sus motivaciones son distintas. Es un León y Castillo que está alejado de la política y se interesa más por lo cultural. De hecho, en esa revista se publicaron por entrega novelas como Pepita Jiménez, de Varela o donde Pérez Galdós publicó Doña Perfecta.

¿Cómo combina su faceta periodística con la política?

Cuando se centra en la política se desvincula de los periódicos culturales y se dedica al control del periódico. Su relación con los medios desde jovencito le hizo ver cómo los artículos en prensa quitaban gobiernos y esa visión la tuvo en Canarias y la trajo aquí. Creó El Liberal, un periódico muy tradicional y unido al órgano del partido de su hermano Juan. No tiene información general y está muy vinculado a su hermano Juan. El salto grande lo da en 1893, el 1de diciembre, el día posterior a su cumpleaños [hoy se cumple el 174º aniversario de su nacimiento] cuando funda Diario de Las Palmas, a la sazón de los periódicos generales, que 20 años antes estaban en la Península y que aquí llegan tardiamente. Fue un periódico que contó con muchos medios, pagaba a los redactores y tenía una gran tirada. No utilizaba la relación con otros periódicos y lo usó para el desarrollo del puerto y los intereses de la burguesía grancanaria. Defendió el puerto de La Luz con una campaña internacional, vaciando el puerto de Tenerife y traer los barcos aquí y en 1890 se convierta en el séptimo de España. Pero tiene un problema porque no tiene carboneros en una etapa en que la población se multiplica, hay trabajadores asalariados en los muelles.

¿Se puede hablar de León y Castillo como un empresario de la comunicación al uso o como un político que usa la prensa para exponer sus propuestas?

Hay una etapa inicial, con menos de 30 años, cuando participa en La Revista de España junto a Albareda, en la que tiene el 50% de las acciones como reconoce en sus memorias. En el resto de su vida lo que hace es financiar periódicos, siempre utiliza tapaderas como ocurre con diarios en los que participa de stranglis.

¿Cómo fue su relación con este periódico, LA PROVINCIA?

Es una relación especial. Cuando en 1903 entra el partido liberal en una nueva crisis y se empieza a separar del Diario de Las Palmas y vio que necesitaba otro instrumento y se alía con Gustavo J. Navarro Nieto, un militar bien relacionado con el que no habría problema con la justicia militar. Quería crear un periódico que no fuera como el Diario de Las Palmas, cuyo nombre en la cabecera respondía en cierto modo a la idea de la reivindicación de la capitalidad de Canarias para Las Palmas, una idea decimonónica, aunque luego el periódico estaba por la división provincial. Pero se quedó en stand by por la ley de Cabildos y LA PROVINCIA para su creación necesitaba un título muy directo, que León y Castillo instrumentalizó desde fuera, aunque nunca reconoció que estuviera en el accionariado. Las tres grandes cabeceras que sobreviven después de la Guerra Civil son el Diario de Las Palmas, LA PROVINCIA y El Tribuno, los dos primeros dependientes del Partido Liberal y el último al partido republicano de Franchy Roca.

¿Cómo era la prensa en tiempos de León y Castillo?

Es una prensa partidista. Él en cierto modo inaugura una prensa nacional, también una forma de hacer política distinta, ya que con él se forma un partido fuerte y un político fuerte, se dan paso a las ideas, una forma de hacer política. En una primera etapa la prensa grancanaria es muy seguidista de León y Castillo, salvo la competencia que le hace su hermano Juan con la Asociación Patriótica, con un periódico que duró muy poco. Con el desarrollo del puerto de La Luz empezaron a aparecer periódicos republicanos, de movimietos obreros como El Rastrillo, El Rastrillo Obrero o el republicano El Tribuno. A principios del siglo XX aparecen pequeños periódicos, pero que duran poco por la falta de dinero y León y Castillo tiene una presencia hegemónica.

¿Estos periódicos son ofrecían artículos políticos, partidistas o también otros contenidos?

Había de todo, mucho artículo político, de órgano de partido, pero también temas nacionales e internacionales dependiendo como estaban los cables telegráfico muchísimas noticias locales, de sucesos, también muy recurrentes como el abasto de la ciudad de Las Palmas, la carretera del puerto. Eran noticias muy cortitas y se buscaba atraer a los lectores. En estos medios cabía de todo, desde potenciar a un cacique local a meter candidaturas políticas. Lo mismo ocurría con los periódicos republicanos, que tenían mucha política, pero también otras noticias.

¿El lector, por tanto, no era un sujeto pasivo al que le ofrecían lo que había, sino que se buscaba atraerlo al medio?

Estos periódicos tenían que tener una penetración social para existir, para ser leídossi no era imposible. De hecho, mimaban la parte publicitaria de la burguesía local, con muchos anuncios del puerto de La Luz, de las carboneras, de viajes. En 1911 LA PROVINCIA inaugura la sección de Tribuna Libre, antes no existía y tiene esta conexión con el lector, al que hace partícipe de su línea editorial. Es muy novedosa esta relación con el lector incluso en esa época como un periódico moderno.

¿Cómo era la relación del periodismo de la época con el poder político?

Es un periodismo manso, cada uno servía a su corriente ideológica, con una asociación muy débil. El periodismo prácticamente no se paga, solo a los directores y es gratis y sirven directamente al poder de forma muy descarada. La política se pagaba, era muy personalista, de una forma distinta a cómo la entendemos hoy en día.

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