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Los jubilados vuelven a bailar en Telde

Los usuarios del Centro de Mayores reactivan sus tardes de danza los jueves y domingos

Algunos de los jubilados durante el baile reivindicativo, el pasado domingo, en la calle donde se encuentra el centro. LP / DLP

"Bendito sea Diego Ojeda", manifiesta Yolanda Marichal, usuaria del Centro de Mayores de Telde, tras la última reunión celebrada con el concejal de Servicios Sociales, en la que asegura que el edil dio vía libre a los jubilados para reactivar sus tardes de baile en el espacio municipal cada jueves y domingo como llevaban haciendo hasta que cerró por obras hace siete meses. Tanto ella como sus compañeros agradecen la noticia y explica que solo están a la espera de que "el señor que tiene la concesión de esta actividad aclare unos puntos con Diego para poder ponerla en marcha".

Parece que los diferentes actos reivindicativos que los mayores han llevado a cabo a lo largo de este tiempo de espera ha valido la pena. Después de una lucha larga "en la que no entendíamos por qué algo que no era imposible y sí viable no se hacía", determina Marichal para hacer referencia a la apertura del espacio, los usuarios podrán volver a una normalidad "casi completa". "Podemos hacer los bailes, pero el grupo que vaya a tocar solo podrá estar compuesto por un órgano y un vocalista, porque el problema eléctrico que hay en el centro no permite más", explica la jubilada, señalando además que "no podemos acceder más de 250 personas", aspecto que no les preocupa porque "solemos ser algo más de cien de manera habitual".

Hoy no será el día en el que se reactive la actividad "y creemos que tampoco este domingo, pero esperamos que sí se lleve a cabo la próxima semana", puntualiza. Aún así, ya no les preocupa ni enfada la situación, puesto que "el sí por parte del concejal está dado, además con un permiso del Gobierno de Canarias que llevó a la reunión", fija.

El Centro de Mayores ya está abierto al completo "a pesar del estado obsoleto de su sistema eléctrico" y algunos aspectos por mejorar "como la barandilla de la terraza del segundo piso, que está floja y si alguien se apoya podría venirse abajo", puntualiza Marichal, asegurando que es el motivo por el que dicho espacio exterior está cerrado. "El ascensor, la cafetería e internet tampoco están operativos y no se pueden enchufar más de tres instrumentos que requieran luz a la vez, hasta que los presupuestos del año que vienen estén y se puedan poner al día las instalaciones de la luz que están caducas", añade.

Con el baile en la calle que los jubilados realizaron el pasado domingo dejaron claro que están dispuestos a luchar hasta el final. Así, "muy contentos con Diego", esperan con ansia la puesta en marcha de esta actividad que les da la vida.

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