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Un profesor y tres alumnos usan una misma aguja en una prueba de diabetes

El director del IES José Arencibia Gil alega que se trató de un despiste y que todos los afectados están sin problemas

Fachada del Instituto José Arencibia Gil en Telde. LP / DLP

Una charla sobre la diabetes y el posterior pinchazo para comprobar el nivel de azúcar en sangre a varios de los asistentes pudo acabar -aunque al final ha quedado en nada, según los responsables educativos- en un problema de salud para tres alumnos y un profesor del instituto José Arencibia Gil que se sometieron a la prueba de diabetes.

El rumor iniciado en noviembre sobre el uso de la misma aguja en un aula para explicar cómo controla un diabético el nivel de azúcar en sangre fue confirmado como verdadero por el propio docente al director del centro educativo ante la preocupación mostrada por los padres de algunos estudiantes del tercer curso de la ESO donde se realizó la práctica. Lo que sí difiere es que mientras se rumoreaba que la cifra de afectados era de una quincena, ésta se ciñe a solo cuatro, según las explicaciones dadas al director sobre este hecho.

Sin embargo, las valoraciones sobre este hecho cambian según a quién se le pregunte. Mientras el director del instituto, Pedro Naranjo, alega que el profesor ha asumido su responsabilidad, aunque éste admite que por un despiste no comprobó que él y los tres estudiantes usaron el mismo instrumental, dos madres de alumnos, aunque con argumentos distintos, tachan de negligencia grave la situación acaecida en el tercer curso B de la ESO de la PMAR hace ahora un mes. Al final, el hecho ha sido corroborado por el centro, aunque al principio señalaron que lo desconocían. Posteriores indagaciones lo han confirmado, aunque con una sensible rebaja en el número de supuestos afectados.

Naranjo aclaró que "se habían programado tres charlas sobre la diabetes el pasado mes y una alumna que la padece explicaba cómo es la enfermedad y cómo se trata y después de la última, se dio por cerrado el programa. Esta cuarta no estaba prevista".

Según la familia de la chica, varios compañeros le pidieron durante un recreo si podía explicar lo mismo en su clase y ante el visto bueno del profesor que estaba en el aula en ese momento dio la charla. La menor, según las mismas fuentes, "informó al profesor que solo tenía dos agujas, la que ella usaba y otra más, pero fue con esa otra con la que se le hizo la prueba a varios estudiantes pese al aviso dado".

Una de las progenitoras que, al igual que la otra madre, quiere permanecer en el anonimato, mostró su alarma porque "hayan hecho una prueba a mi hijo sin mi consentimiento por escrito y, además, sin la presencia de personal sanitario en el aula". Aunque parece que todo ha quedado en nada a tenor de las analíticas realizadas al menor, considera que dejará pasar tiempo para ver si en realidad se ha tratado de un incidente sin consecuencias.

No obstante, indicó que "el niño no tiene nada malo, pero al poco tiempo de pincharse estuvo enfermo de gripe, por lo que lo llevamos al médico de cabecera para que le mandara analíticas. Afortunadamente, todo ha salido muy bien, pero esto no puede repetirse más. ¿Y si se le hubiera contagiado alguna enfermedad de los otros niños o el profesor, qué hubiera pasado?"

Esta misma madre asegura que se enteró de lo sucedido cuando su hijo llegó a su casa ese día. "Vino muy contento, diciendo 'mamá, mamá, no soy diabético' y al preguntarle cómo lo sabía me comentó que le habían hecho la prueba con una aguja y que luego recordó que a otros niños también con la misma". Tras esta conversación, llevó al niño al médico y se le realizaron las pruebas -todo en orden le han dicho los facultativos- y el padre del niño fue a hablar con la tutora, "que no sabía nada y dijo que preguntaría".

Aunque parece que todo ha salido bien, su malestar es evidente: "Llevo al niño al colegio porque confío en que allí está seguro y resulta que lo podían haberle contagiado con alguna enfermedad que le podría haber arruinado la vida". Por eso mantiene una espera prudencial para saber si emprende alguna acción judicial.

La otra familia también tiene más que argumentar, según señalaron a este periódico. "La niña ha recibido un wasap en la que la culpan de este tema, cuando ella avisó desde el principio que solo disponía de dos agujas, la suya y otra y así lo dijo en el aula. No hay derecho que quieran responsabilizarla de algo de lo que no tiene culpa".

Por su parte, el director del instituto José Arencibia Gil, Pedro Naranjo, quiso poner tranquilidad en este asunto y recordó que se avisaron a los padres de los alumnos a quienes se les hizo la prueba, se le hicieron las analíticas correspondientes y todo está sin problemas.

Asimismo, destacó que no se ha recibido ninguna denuncia -"nada de nada"- por parte de los padres y admitió que habló con la familia de la menor diabética, preocupada por la situación y les firmó una declaración rechazando la responsabilidad de la menor.

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