Mayor seguridad en las carreteras del municipio, reducción de los puntos negros en las vías, un precio a coste cero para el Ayuntamiento de Telde y unos ingresos que pueden revertir en potenciar la educación vial e incluso en inversión en políticas sociales. Estos serían los beneficios de la implantación de un sistema de control de velocidad que el concejal de Tráfico, Juan Martel, estudia con una empresa especializada del sector.

Una iniciativa que Martel conoció de primera mano durante una reunión celebrada este martes y donde se le explicaron las principales características de un moderno sistema de control de velocidad, que supera en precisión y seguridad a los tradicionales radares. O lo que es lo mismo, no da margen a los conductores que han infringido el límite de velocidad de la vía de salvarse de pagar la sanción, sin olvidar su efecto disuasorio.

De hecho, según ha podido saber este periódico, las imágenes de vídeo y el tiempo registrado por el dispositivo instalado cuentan con la certificación oficial de la Real Fábrica de la Moneda. El dispositivo capta de una forma incontestable la matrícula, el modelo del vehículo, su color, la velocidad a la que circula, el tiempo exacto en que se comete el exceso de velocidad y otros datos más. No obstante, todos estos registros se mantendrán bajo lo establecido por la Ley de Protección de Datos para garantizar la intimidad y privacidad del infractor, que se enfrenta a un sistema de control de velocidad muy fiable y que deja atrás por su precisión al actual sistema de radares.

El sistema consiste en la instalación de una cámara en los semáforos, en los pasos de peatones o en propios semáforos con cámaras de los que la empresa que logre la concesión administrativa se encargará sin que le coste un solo euro a la administración local. De hecho, lo que se ofrece en el aspecto económico y que habría que recoger en el pliego de condiciones es que la mayor parte de la recaudación se la quedaría el Ayuntamiento y el resto, en un porcentaje a negociar entre ambas partes, se destinaría a la concesionaria. Con esa cantidad, la empresa financiaría el mantenimiento y renovación del sistema y se encargaría del cobro de las multas, una gestión similar en este caso a la que realiza la sociedad pública Valora con las tasas e impuestos municipales.

De momento se trata de una toma de contacto con este innovador sistema, que también se le ha ofrecido a otros ayuntamientos canarios y que en Tenerife ya se utiliza. De concretarse la elección de esta alternativa para la gestión de la seguridad vial, el grupo de gobierno tendrá que realizar un concurso de licitación pública para firmar el convenio con la empresa ganadora, una relación contractual de la que saldría beneficiada. Y por varios motivos: no tendría que desembolsar ninguna cantidad para poner en marcha este sistema y, además, con la recaudación recibida por las multas, podría destinar esas cantidades a potenciar el proyecto de educación vial iniciado hace tres lustros por el propio Martel y el actual jefe de la Policía Local, Félix Ramos, para prevenir accidentes de tráfico donde estén por medio los menores.

La concejalía de Tráfico realiza un trabajo de recogida de todos los datos del año recientemente finalizado para conocer con más exactitud los puntos más conflictivos en cuestión de alta velocidad y seguridad en el municipio de Telde. Martel señaló que "sí sabemos algunos de esas zonas, pero esperamos a tener todos los registros de 2016 para elaborar un estudio más exacto de la situación".

El edil indicó que la rotonda de Daora, donde culmina la avenida del Cabildo, ésta prácticamente en su totalidad, la circunvalación o varias zonas de Jinámar son las más habituales en la detección de conductores a mayor velocidad de lo permitido en las vías. "Pero son más, éstas son unos ejemplos de estos puntos negros de Telde".