El próximo 3 de febrero vuelven a abrirse las puertas del restaurante escuela de Melenara, una iniciativa que nació hace 20 años durante el mandato de Francisco Santiago en el Ayuntamiento de Telde y de Lorenzo Olarte como consejero autonómico de Turismo. Francisco Valido Sánchez, que posteriormente sería también alcalde, era el titular de la entoces inédita concejalía de Turismo de la corporación municipal. Dos décadas después y con la denominación de bistro escuela, intenta superar dos decepciones empresariales anteriores y se prevé que sea el presidente regional, Fernando Clavijo, quien lo reinaugure en esa fecha.
En el vigésimo aniversario de la colocación de la primera piedra de su sede en el muelle de esta playa teldense, en enero de 1997, y que luego se trasladó al paseo, donde se ubica el edificio del restaurante escuela, ésta será la primera vez que la empresa pública Hecansa lo gestione por primera vez. Las dos anteriores, en los años 2004 a 2009 y de 2010 a 2011 fueron dos empresas privadas las encargadas del negocio. Ahora, dos años después de su último cierre, el gerente de Hecansa, Alejandro Marichal, confía en que éste sea el impulso definitivo a la idea de formación que preconiza la empresa pública, sobre todo en un interés generalizado por la cocina y la restauración.
El nuevo proyecto, denominado bistro escuela Melenara, nace con la pretensión de convertirse en el horno donde salgan los futuros profesionales del sector de la hostelería: cocineros, camareros, directores de cocina, del servicio de restauración o maitres y de alojamiento, según explica Marichal. Será la oportunidad de aprendizaje práctico que necesitan los 248 alumnos del hotel escuela Santa Brígida para complementar las clases teóricas en sus respectivos ciclos de formación. Una experiencia académica a la que pueden acceder los interesados en el sector de la hostelería con estudio de la ESO si quieren realizar un ciclo medio o el Bachiller si optan por cursar un ciclo superior, con una duración de dos años. "Incluso hay alumnos que proceden de la Universidad y que han visto después que su verdadera vocación es la restauración y han decidido apuntarse en estos cursos", alega el gerente de la empresa pública.
En una playa con una importante y variada oferta gastronómica, la puesta en marcha del bistro escuela ha sido recibida con satisfacción por los profesionales del sector. "No habrá competencia desleal por parte del bistro, todo lo contrario, los negocios que trabajan en Melenara nos han mostrado su apoyo a la reapertura porque lo consideran una gran oportunidad para su formación", comenta Alejandro Marichal, al tiempo que asegura que la oferta culinaria del establecimiento de Hecansa es distinta al del resto de restaurantes de la zona. "El bistro escuela", expone, "se dedicará a la elaboración de tapas y también de arroces distintos a los que se ofrecen en Melenara, como el bomba o el dinamita, por ejemplo".
Otro aspecto importante subrayado por Marichal es la gestión directa de la empresa pública del Gobierno de Canarias. "En las dos anteriores experiencias se arrendó el establecimiento a empresas privadas para su explotación, pero ahora retomamos el proyecto de formación y aprendizaje de los alumnos de Hecansa con el reto no tanto de ganar dinero porque supondría una competencia desleal al resto de negocios de restauración, pero tampoco de perder. Queremos una gestión sostenible del bistro y que éste cumpla los objetivos que nos hemos marcado, que no es otro que formar a los alumnos para que se conviertan en futuros profesionales de la hostelería en el Archipiélago".
La formación, con una metodología que emula el modelo alemán, es dual y son muy pocos los lugares en España donde se aplica. Supone una enseñanza de calidad para afrontar una trayectoria profesional en un sector que está en alza desde hace años y que con los registros máximos de entrada de turistas en Canarias cada año.
Así las cosas, el próximo 3 de febrero, después de dos años cerrado después de la última experiencia fallida a cargo de una empresa privada, el restaurante escuela o bistro escuela, como se denominará a partir de ahora, inicia una nueva andadura con sello público. En las dos década transcurridas desde su creación, aunque el edificio se finalizó en 2001, cuatro años después de la colocación de su primera piedra en un sitio distinto al inicia, su periodo más exitoso fue entre 2004 a 2009. Un lustro que dio paso a un nuevo cierre, hasta que fue reabierto en 2010, pero la experiencia no fue duradera y volvió a cerrar al año siguiente.
