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Entrevista a Guadalupe Santana

"Agradezco a la suerte el haberme dado el don de la palabra con el que soy feliz"

"Siempre escribo sobre lo que veo y siento, porque si no es así no sé hacerlo de otra manera", reconoce la poeta y concejala de Más por Telde

Guadalupe Santana en las Casas Consistoriales de San Juan de Telde. SANTI BLANCO

De nuevo es la ganadora del concurso poético 'Ruta del Almendrero en Flor' de Valsequillo, ¿en qué se inspira para escribir su poema?

En 2013, el último año que gané este premio, José Juan Pérez Suárez dio el pregón de las fiestas del Almendro en Flor basado en la faena del almendrero o las costumbres que habían desde que florecía hasta que se recogía el fruto. Me gustó mucho, porque mostraba la tradición de este árbol, así que le pedí que me lo enviara y le dije que la próxima vez que me presentara a este concurso lo haría con un poema basado en su texto. Cuando vi el cartel del certamen de este año, me acordé de mi promesa, rescaté el pregón que me mandó hace cuatro años e hice mi poema basándome en sus palabras.

No es del municipio cuna del concurso, pero con sus letras muestra que lo conoce.

En las bases determinan que eligen los poemas ganadores según la calidad literaria que tenga y aquellos que recojan las tradiciones de Valsequillo respecto a este tema. Dictaminaron que el mío tenía esos rasgos y lo dieron como ganador. Así, mis palabras son las de un hijo del pueblo, porque sin ser del lugar, me fui hasta allí para descubrir sus vivencias. Cuando me enteré de que había ganado, llamé a Pérez para darle las gracias y se quedó sorprendido porque no sabía que me había presentado.

Ya ha ganado en más ocasiones el certamen...

Sí, las cuatro veces que me he presentado he ganado. Me tachan de abusadora y he pensado en no presentarme más, aunque no sé lo que haré. De esta forma, en 2011 gané en Valsequillo, en 2012 en Tejeda y en 2013 en Valsequillo de nuevo. Llevaba tres años sin presentarme y después de ese tiempo gané otra vez.

¿Sobre qué versan los otros poemas que han vencido?

El primer año hablé de la belleza del florecer del almendro; para el segundo me inspiré en una señora de Valsequillo, cómo vivía y cómo fue su niñez en tiempos de hambre cuando se sentaban en los riscos a merendar almendras y pan, poema que gustó mucho en Tejeda porque evocaba a la niñez de muchos de nuestros ancestros; y en 2013 vino de mí, porque no tuve quién me hablara del almendro, pero con lo que había aprendido de mis visitas a Valsequillo y sus fiestas, pude hacerlo. Es muy bonito, porque la gente evoca a ese almendro y en el pregón nombrado Pérez se refiere a él como el árbol caritativo, al que los hijos de este municipio, de Tejeda y San Bartolomé le agradecen el haber vencido a la hambruna. Siempre escribo de lo que veo y siento, porque no sé escribir de otra manera.

¿Se considera amante de la literatura, de la poesía?

Por supuesto. Si no fuera así no escribiría ni tendría tres libros en la calle. Además, sigo preparándome y todas las semanas voy a actividades literarias y diversos actos, porque de todo y de todos se aprende cada día algo. Nadie está por encima de nadie, y es bueno aprender de cada persona que te encuentras en este mundo. Me considero una amante de lo que soy cuando me pongo delante de un papel en blanco.

¿Entiende su pasión como vocacional?

Totalmente, incluso lo llego a considerar como un don que creo que tengo. Con 13 años empecé a escribir y nadie me enseñó a ello. Es verdad que después vas perfeccionando y estudiando ciertas maneras de hacer varios tipos de estrofas, rimar de distintas formas y hacer diferentes estructuras de poemas. Esto se aprende, pero no se la sensibilidad para escribir, el don de que alguien te encargue un poema y lo hagas. Así, el don de la palabra tampoco no se estudia, simplemente se tiene, y yo agradezco al dios que sea, a la vida o a la suerte el haberme dado este con el que me siento realmente realizada y feliz.

¿Prefiere alguna temática o se deja llevar?

Me dejo llevar bastante por la musa que llevo dentro, y aunque a veces creo que esta muerta, sé que sólo está desmayada, porque tengo épocas de sequía en las que me preocupo porque no escribo, pero después vuelve y de repente hago cuatro poemas. Me preocupa cuando estoy meses sin crear, porque la escritura no la tengo como hobby, sino como una necesidad, ya que requiero escribir y siempre reproduzco lo que me nace. Aún así, me especializo, entre comillas, sobre todo en temas sociales y relacionados con la defensa de la igualdad de la mujer, ya que soy reivindicativa en todos esos temas que afectan a la sociedad. No solo existe una crisis económica, sino de valores, y evitar la pérdida de estos o recuperarlos es por lo que lucho.

¿De ahí viene su intervención en política y las ganas de cambiar las cosas?

Por supuesto. Cuando me preguntan qué hace una poetisa en política, respondo que quiero intentar que la gente vea la política de otra forma y que, sobre todo, sientan que hay otra manera de hacerla, que no está toda corrompida o prostituida y que los que intentamos llevar valores a este campo también tenemos nuestro puesto. Por esotrato de estar ahí, como en Cultura, porque estuve en esta concejalía y creo que es un derecho que hay que reivindicar, además hay que valorarla cuando se tiene, luchar y apostar por ella y mimarla. No hay que perderla por nada, porque es intercambiable.

Durante su mandato en la Concejalía de Cultura, devolvió a Telde una programación cultural después de muchos años sin ella, ¿cree que el municipio volverá a presumir de esta área?

Telde siempre fue cuna de poetas, pintores y escultores, y solo por esos honores y la existencia de tanta gente en la lucha por la cultura, no debemos dejar que se muera en la ciudad. Es verdad que está en la desidia y que cuando llegué a la Concejalía se trabajó muchísimo sin horarios, días de vacaciones o de fiesta, porque la localidad necesita ese revulsivo para que los ciudadanos vean que se puede devolver aquella cultura con la Telde una vez presumió. En nueve meses que la lideré, se recuperó bastante y, por lo menos, se devolvió esa agenda cultural de la que ahora disfrutamos. Fue difícil recuperarla, ponerla en pie y en valor y exponerla, y solo espero que la persona que vino detrás y tomó el relevo haga todo lo posible por mantener este camino que ya estaba arado y medio sembrado.

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