El gato más astuto de todos los tiempos se ha puesto sus mejores botas para pisar el escenario del Teatro Municipal Juan Ramón Jiménez de Telde. Con un espectáculo creado para toda la familia y con moraleja final para todas las edades, Profetas de Mueble Bar trae el clásico de El gato con botas de Perrault con humor en cada diálogo y adaptado a los más pequeños. Deseosos de regalar cultura al público infantil, en esta ocasión se atreven con este animalito con bigotes que enseñó al protagonista del cuento que vale más tener ingenio que riquezas incontables.

La compañía teatral lleva 26 años con números dedicados a los niños en la Isla de Gran Canaria. Con un amplio abanico de clásicos, han aterrizado con sus decorados y diálogos en el municipio teldense para seguir con su campaña de este arte en el mundo infantil. Así, son varios los domingos alternados los que han presentado diferentes obras, "y si sigue funcionando nos plantearemos fijar una cada mes para el disfrute de toda la familia", explica Fernando Navas, uno de los directores de Profetas.

Con afán de acercar "teatro alegre" a través de textos universales de grandes autores, los personajes Claudio Frutas -interpretado por Juan Ramón Pérez-, Don Polito -por Carmelo Arcántara- y Expósito -por el mismo Navas-, con el derroche de diversión que los caracteriza, serán los encargados de vertebrar toda la serie de cuentos e introducir a los menores en el mundo de la literatura.

Así, en esta ocasión, los tres payasos se han atrevido con Perrault, "aunque es más complicado por tratarse de un autor más antiguo". Sin que nada los detenga y con más ganas que nunca, las súper aventuras del gato con botas no dejarán indiferentes en el Teatro Municipal. "Nuestra idea es transmitir una enseñanza con lo que contamos", señala el artista a la vez que puntualiza que "en esta historia, el protagonista y molinero recibe como herencia un gato blanco, que era considerado de poco valor, pero al final lo que parecía mala suerte acabó siendo un bien mayor".

De esta manera, cuentan las vivencias del más pequeño de tres hermanos y como cambia su vida a partir de que el gato protagonista llega a sus días. "Tanto él como los niños y sus familiares a lo largo del espectáculo descubren que el dinero no lo es todo y que ser ingenioso y tener buena capacidad para resolver los problemas que se presenten es mucho más importante", comenta Navas.

A pesar de que el joven molinero quiere comerse al animal en un principio y se tropieza con un rey que lo convierte en marqués "vistiéndolo con sus mejores galas", apunta el actor, el relato cambia por completo al mismo tiempo que lo hace la suerte del principal intérprete. "La historia va creciendo y los niños, junto a sus padres y demás familiares que los acompañen, van viviendo una experiencia en común", agrega con seguridad.

Asimismo, los gerentes de la compañía cuentan que se trata de una velada donde "todos los asistentes deben participar en unión, ayudando al gato y al molinero en su aventura". Juntos, recorrerán campos, pasarán entre plataneras cuidadas a la perfección, se adentrarán en las tierras de un ogro malvado y, con el papel de campesinos, tendrán que colaborar para que los protagonistas se libren del villano.

"Entre todos contamos el cuento y les haremos preguntas a los más pequeños para que respondan y participen lo máximo posible", añade el artista, quién afirma que además de calidad teatral regalarán humor capaz de divertir a niños y adultos en la misma proporción. También, como vienen haciendo en sus diferentes espectáculos, los mensajes y enseñanzas que transmiten en los finales hacen que se vuelvan a casa con aprendizajes para toda la vida.

"En este caso, la astucia que el gato transmite al molinero, que progresó más que sus hermanos que recibieron mejores herencias como un burro o un molino", fija Fernando Navas a la vez que recuerda que "hay que reforzar que el dinero no es lo más importante y que hay que valorar esas habilidades que tenemos en nosotros mismo para salir adelante".

Con aproximadamente 50 minutos de duración, "aunque depende de cómo transcurra con la participación del público", tres actores en escena y un final feliz, sus creadores califican el espectáculo como "un recuerdo para compartir".