Un bordillo, un canal tupido que inunda la calle, el arreglo de una acera o la realización de un desnivel para que puedan acceder con facilidad las personas con movilidad reducida a la vía pública son esas pequeñas obras que no aparecen en los medios de comunicación como noticias destacadas e incluso hasta el político no le ve chicha para publicitarlas. Son los grandes proyectos de asfaltado, pabellones, nuevas construcciones o reformas los que más dan para lucirse con la gestión realizada.
Pero para los ciudadanos afectados por esos problemas sin resolver, son esos pequeños desperfectos el centro diario de sus preocupaciones y opinan de sus gobernantes según vean su interés o desidia en solucionarlos. El resto les suena a ecos lejanos, muy distantes de sus vidas cotidianas, lo suyo, por nimio que sea, les preocupa más. Viene a ser la constatación de lo expresado por José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz de Tenerife, en unas declaraciones realizadas cuando se celebró en Telde la reunión de los cuatro municipios más poblados de Canarias. En esa ocasión, rememoró una anécdota de un vecino que todos los días le esperaba en la puerta de su casas para solicitarle que le arreglaran una alcantarilla de su calle, que le tenía loco la cabeza por no estar bien encajada. Y tanta perserverancia dio su fruto y se ajustó la dichosa tapa de hierro forjado y el ciudadano mostró su agradecimiento a Bermúdez. No se sabe si será un votante más, pero a menos no un detractor.
Una situación que vive en los últimos meses Eloy Santana, concejal de Vías y Obras del Ayuntamiento de Telde, un cargo estrenado después de la salida de los cuatro ediles del Partido Socialista del grupo de gobierno el pasado mes de diciembre. Según Santana, "cuando salimos a ver cómo se están realizando las obras previstas en la programación del departamento nos hemos encontrado con peticiones que no esperábamos y nos han sorprendido que pese a ser sencillas llevan mucho tiempo sin atenderse". Uno de esos casos se lo encontró de frente el titular de Vías y Obras en el barrio de Ejido. Allí, mientras observaba el trabajo de los operarios en la calle Fernando Esteban, una señora que estaba en la puerta de su domicilio le llamó para preguntarle si era el concejal. A la respuesta afirmativa de Santana, la vecina le indicó que se acercara hacia su casa para explicarle su problema. "La señora me comentaba que su hijo tiene movilidad reducida y que no podía transitar bien por la calle por la altura de la acera, sin desnivel para subir o bajar. Me comentó que llevaba un año esperando para que se lo arreglaran y aprovechamos a los operarios para que resolvieran ese problema".
El titular de Vías y Obras argumenta que a su llegada al departamento una de sus prioridades es "desempolvar esas peticiones de la ciudadanía para comenzar a atenderlas, nos hemos encontrado muchas y estamos en ello". Con personal municipal la concejalía ha ido tachando de la lista diversas demandas de colectivos o de vecinos de a pie y continúan con otras más. Y son variadas, no siempre son los mismos problemas. Por ejemplo, en Lomo Guinea la queja vecinal venía de los imbornales que se tupen y se inunda la carretera. "Fuimos hasta allí, un barrio alejado del centro de la ciudad y con un tractor se solucionó esta solicitud, un alivio para los residentes de esta zona que pudieron ver cómo la carretera no se cortaba por esas inundaciones". Más sencillo, pero no menos importante fue el caso de una mujer en Las Huesas, "quien nos dijo que había un boquete en su calle por donde se había caído más de una vez y que tapamos para evitar que volviera a suceder".
De más trascendencia ha sido el exilio del Club de Lucha Castro Morales, un emblema del deporte vernáculo en la ciudad, que se fue a Ingenio a entrenar porque su terrero no se encontraba en condiciones. Aunque algo lentas de reflejos, fatal si se tratara de una agarrada porque irían derechitos a la arena, las concejalías de Vías y Obras y Deportes unieron esfuerzos para arreglar estas instalaciones para el regreso del Castro a Las Huesas, su sede de siempre.
Rebacheos en Ojos de Garza, concretamente en Hespérides, también ha sido una petición solventada, pero quedan unas cuantas más a las que el departamento del edil nacionalista tendrá que buscar tiempo, no tanto de dinero porque se hace con material y personal propio. "Aunque las obras del Plan de Cooperación con el Cabildo nos permite ejecutar proyectos importantes como el pabellón Juan Carlos Hernández, el centro polivalente del mercadillo de San Gregorio o el edificio de El Cubillo, me gusta más realizar estas pequeñas obras para atender a los ciudadanos", alega Santana.
