El jurado declaró ayer culpable a Miguel Cabrera Santana (55 años) del homicidio de su hijo Cristo Cabrera Vega perpetrado el 27 de abril de 2015 en la residencia familiar de Las Remudas. El veredicto del tribunal se produce 24 horas después de la finalización del juicio celebrado el lunes y el martes en la sección segunda de la Audiencia Provincial y en su escrito, la mayoría de sus miembros -no hubo unanimidad- considera que el homicida "tenía intención de quitarle la vida [a Cristo Cabrera] o, almenos, aceptaba esa posibilidad".

Cabrera afronta una solicitud de condena de 10 a 14 años de prisión, la pena mayor la ha solicitado la Fiscalía de Canarias, mientras que el abogado de la defensa ha recomendado 10 años de cárcel, la pena mínima prevista para el delito de homicidio en el Código Penal.

El jurado considera en su veredicto que el apuñalamiento se produjo como resultado de una fuerte discusión que degeneró en una pelea entre padre e hijo, en la que el acusado esgrimió una navaja que intentó clavar "en varias ocasiones" a la víctima, hasta que acertó en el corazón. Miguel Cabrera había alegado durante el juicio que solo intentaba asustar a su hijo pinchándole levemente con la navaja para que se marchara del domicilio que compartía con su madre y abuela de la víctima, Lucrecia Santana. Sin embargo,el tribunal del jurado no cree ese argumento sino que, según su veredicto, el procesado ahora condenado "tenía intención de quitarle la vida o, al menos, aceptaba esa posibilidad".

No obstante, en su dictamen el jurado sí acepta como cierto que fue el propio homicida el que instantes después telefoneó a la Policía para pedir una ambulancia para su hijo, al que reconoció haber "apuñalado" después de una pelea que según se dijo en el juicio empezó en el pasillo y acabó en la estrecha solana del domicilio.

El jurado estima que este relato de hechos convierte a Cabrera Santana en culpable de un delito de homicidio, porque o bien tenía la intención de matar a su descendiente, o bien era perfectamente consciente de que podía acabar con su vida si le apuñalaba.

Asimismo, además de la pena de cárcel, la fiscal del caso, Inés Herrero, solicitaba que Miguel Cabrera indemnizara a los dos hijos de la víctima con 120.000 euros a cada uno. Habrá que esperar ahora que la magistrada de la sala 17 de la sección segunda de la Audiencia dicte sentencia ante el veredicto del jurado y se conozca si acepta la petición de Fiscalía de 14 años de presión o los 10 pedido por la defensa.