Todo comenzó un día con los vecinos de Lomo Cementerio que, entre sorprendidos y curiosos, observaron cómo un pato silvestre deambulaba por sus calles y la carretera general sin que nadie supiera cómo había llegado el animal allí. Pero lo que fue motivo de comentarios y opiniones sobre el exotismo de la situación se transformó primero en preocupación y en estos momentos, según a quién se pregunte, en la atracción y en la mascota del lugar. O para ser más exactos, en las mascotas, ya que al primer pato se le ha sumado otro, de menor tamaño, al padrón de residentes. Ambos son alimentados en un solar de la calle Simancas por algunas personas, quienes les han colocado recipientes para ponerles comida.

Desde hace varias semanas se tuvieron noticias de la aparición de un pato silvestre en Lomo Cementerio y algunos vecinos dieron la voz de alarma por ver cómo el ave "deambulaba libremente por las calles y la carretera general", sin que nadie haya podido atraparlo. Al principio, como señaló al periódico digital Onda Guanche un residente del barrio, había preocupación por la seguridad del pato, dado que los vehículos podían arrollar al animal.

La situación, no obstante, se agravó con el paso de los días al campar a sus anchas el ave sin que fuera capturada, ya que, explicaron algunos vecinos de la zona, "se escapa volando de azotea en azotea" y ya los problemas se trasladaban no solo a la seguridad del pato silvestre, sino también a la de los propios conductores. La razón esgrimida por algunos de ellos es que pueden realizar alguna maniobra brusca si se lo encuentran en la carretera y podría provocarse algún accidente.

Así las cosas, se puso en conocimiento de la Concejalía de Protección Animal para que resolviera el problema, pero de momento nada se ha hecho. En parte por el proceso de relevo realizado en el área, donde Eloy Santana cedió la responsabilidad a Abraham Santana, recientemente incorporado. Aunque hay residentes que opinan que se trata de una muestra más de la desidia del grupo de gobierno para solucionar las demandas que se le plantean, en este caso, la de hacerse cargo de estos animales. De hecho, comentan si en pleno siglo XXI no hay medios para capturar a dos patos y evitar que sigan por las calles".

El nuevo concejal de Protección Animal indicó ayer: "Hemos ido dos veces a cogerlo, pero es muy complicado. La razón por la que están ahí asentados es porque han establecido una relación con vecinos que les dan de comer". Una circunstancia que es palpable en esa zona habilitada para que las dos aves coman, aunque Santana confía en ponerse en contacto con los vecinos para "que nos echen una mano" y tomar una decisión.

La llegada de Santana a Protección Animal ha coincidido con el rescate de un gato en Jinámar, Ramón, que supuso movilizar efectivos de Protección Civil, Bomberos y protectoras. Ahora tiene como segunda tarea la de los patos, en una ciudad en la que la sensibilidad con el bienestar de los animales es alta.