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Bisturí de 50 metros para coser a Neptuno

La escultura del dios de los océanos recupera el brazo derecho y el tridente casi siete años después

"Ahora, si se cae, se cae entero", señalaba ayer Antonio Higinio mientras soldaba las piezas del antebrazo y brazo derechos del Neptuno en el espigón del muelle de Melenara. La colocación del brazo y el tridente se acompañó con el refuerzo de los pies de la escultura soldando las grietas halladas.

Higinio, junto a otros miembros del equipo, estuvieron atareados toda la mañana y parte de la tarde para que la escultura, un emblema de la playa, volviera a lucir completa después de que el 11 de noviembre de 2010 el fuerte oleaje del temporal mandara al fondo el brazo y el estridente que sostenía.

Un trabajo que no era precisamente sencillo, ya que el conjunto de las piezas a soldar superaba los 200 kilos de peso, entre ellos los casi 100 de la extremidad de bronce del coloso. Para pegar, primero hubo que cortar y así el antebrazo derecho fue cercenado para trasladarlo al espigón y allí, con una barra de acero inoxidable en el interior, unirlo al brazo.

Una grúa con un brazo de 50 metros de longitud, que se alargaba 17 metros más en su punta, fue el singular bisturí que se usó para hurgar en la pieza con el transporte en una cesta de Higinio y su equipo para realizar la soldadura. Una imponente estructura que llamó la atención de los usuarios que se encontraban en la arena o paseando y que expresaron su satisfacción por ver cómo la efigie recuperaba su anterior estampa.

Así, Neptuno sale ampliamente reforzado en su restauración y, como indicaba Antonio Higinio, si vuelve a sufrir un percance será completo, no en un solo elemento. La razón es que en su interior se le han colocado barras de acero inoxidable dentro del brazo y en la espalda, que hacen que la escultura sea más compacta que antes.

Desde ayer por la tarde el dios de los océanos ya lucía otra vez con todo esplendor su porte y volverá a ser inmortalizado por las fotografías de sus admiradores y curiosos.

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