Los vecinos de Caserones Alto están de enhorabuena. Después de 11 años demandando una parada de guaguas cubierta donde esperar el medio de transporte público o en el que los más pequeños aguarden la llegada del vehículo escolar, parece que por fin verán hecho realidad su deseo de disfrutar de una marquesina en el barrio.

Como si del hada madrina se tratase, los socialistas aseguran que "hemos cumplido nuestra palabra y este lunes comenzarán las obras para instalarla". De esta manera, el portavoz del partido, Alejandro Ramos, señala que ha llegado a un acuerdo con el consejero de Transportes del Cabildo de Gran Canaria, Francisco Trujillo, "para poner fin a una reivindicación histórica en el barrio".

Asimismo, los trabajos de instalación comenzarán el próximo lunes 24 de abril en la calle Ebro. Es necesario destacar que la infraestructura no sólo beneficiará a vecinos y visitantes usuarios de guaguas, sino que lo más pequeños también mejorarán la calidad de sus trayectos hasta el colegio.

Por su parte, los residentes del barrio manifiestan su alegría por la noticia y esperan con ansia el inicio de las obras. "Nos han trasladado personalmente su satisfacción y enhorabuena por haber atendido esta petición histórica en la zona", apunta Ramos. Así, garantiza que le agradecen "haber sido el único que ha escuchado esta demanda en Caserones".

Esta semana quedó todo cerrado y el socialista se reunió con los vecinos y representantes de la junta directiva del espacio teldense. Además de la explicación oportuna sobre los tareas a desempeñar, no pudieron evitar un apretón de manos y unas palabras de agradecimiento "por haber cumplido su palabra de instalar la marquesina".

Una base de hormigón y capacidad para el estacionamiento de guaguas, "así como todos los requisitos de accesibilidad para las personas con movilidad reducida", apunta Alejando Ramos, será la estructura que protegerá a mayores, jóvenes y niños de la lluvia y el viento mientras esperan ese vehículo que los lleve hasta su destino.

Después de 11 años, los vecinos del barrio de Caserones Alto sólo tendrán que alargar su paciencia diez días más para ver finalizada la parada que muchos veían ya como un imposible. Un trabajo con un presupuesto "inferior a 5.000 euros", alega Ramos, que sacará muchas más sonrisas.