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Medio Ambiente Nuevo reconocimiento al litoral de Telde

"Ya era hora de que nos dieran la bandera"

La playa de La Garita recibe la bandera azul por primera vez y se suma a las ya veteranas Salinetas, Melenara y Hoya del Pozo para completar el póker de la costa

Vecinos y usuarios de la playa de La Garita expresaron ayer su satisfacción por la concesión de la tan anhelada bandera azul después de años de espera. Una distinción que permitirá que en la costa de Telde ondee por primera vez en su historia cuatro enseñas que certifican la calidad medioambiental y de servicios en Melenara, Salinetas, Hoya del Pozo y La Garita. Una alegría que, no obstante, matizan algunos vecinos consultados , quienes se cuestionan si "esto solo se quedará en colocar la bandera azul en el poste para hacerse la foto o se realizarán las obras necesarias para que la playa cuente con las infraestructuras y servicios requeridos".

Ayer era una jornada con poco sol después del mediodía en La Garita y se notaba, además, por ser un día entre semana, la escasa presencia de bañistas y paseantes por la arena. En los locales de restauración tampoco abundaba la clientela y el personal esperaba algo más de animación a la hora de comer, con la esperanza de tener un buen aforo hora y media más tarde.

Extranjeros -la gran novedad en los últimos años-, residentes de otros municipios y también residentes del barrio costero buscaban disfrutar de un sol que se negaba a aparecer y de una marea en calma chicha, casi como un plato. Situados en la zona más azocada, Carlos Ester Valdés y Olimpia Sánchez, un matrimonio bilbaíno afincado en Gran Canaria hace 18 años, descansaban en sendas sillas playeras mientras esperaban que las nubes dejaran vislumbrar algo de claridad solar.

Residentes en el barrio capitalino de Vegueta, suelen desplazarse a La Garita, una playa de la que destacan "su tranquilidad porque no hay mucho gentío, se puede conseguir aparcamiento y es muy buena para bañarse. También te permite tomarte un café o comer porque los locales están aquí, muy cerca de la arena", destacaba Carlos Ester mientras señalaba la zona.

Además, ambos valorarabam mucho que La Garita esté a poca distancia de Las Palmas de Gran Canaria, "algo que nos viene bien para evitarnos irnos a playas del Sur, con más gente y más alejadas".

Y de dos bañistas habituales a otros que estrenaban ayer la playa. Con las sombrillas para cubrirse de un sol que empezaba a dejarse ver, neveras, sillas y todo el aparataje propio de un día en la costa. Antonio Padilla, junto a su hijo Echedey que se movía con los preparativos para la mejor ubicación en la arena y tres mujeres, las tres con el mismo nombre: Rosario, aunque la más joven se desmarcaba y prefería que la llamaran Chari, todos vecinos de la capital grancanaria.

Antonio sí conocía La Garita, pero por razones de trabajo, "pero nunca había venido a bañarme aquí y he aprovechado el día porque otro hijo va a traer a mi nieta para que la veamos". Lo mismo le ocurría a Echedey, Chari y una de las Rosario, que también pisaban por primera vez la arena de La Garita, mientras que la otra Rosario recordaba haber estado en la playa hace muchos años.

La primera experiencia, por lo que estaban comprobando, les parecía sastisfactoria. "Se ve que es una playa tranquila, segura para bañarse, con poco barullo de gente y con locales de comida muy cerca, ideales para quedarse a comer o tomarse algo", recalcaban.

Dos amigas pasaban el día cerca de la orilla sobre sus toallas. Sofía Vega, vecina de La Garita, y Cristina Araña, de Marzagán, se alegraban de la concesión de la bandera azul a la playa. Cristina sabía poco La Garita e incluso tenía un concepto equivocado sobre la peligrosidad de la cala, mientras que Sofía, más conocedora del entorno, dejó clara su opinión: "Ya era hora que nos dieran la bandera azul, si la tiene Hoya del Pozo era increíble que no la tuviera esta playa que tiene de todo y está muy bien. No tiene mucho viento porque está azocada, pero debe mejorarse por los daños sufridos en 2015".

Un grupo de usuarios, que declinó aparecer en las fotos del reportaje también evidenciaron su satisfacción por la bandera azul, un galardón que Benito, uno de los miembros del grupo de amigos, consideraba justo "porque esta es la playa familiar, tranquila y la playa de Telde con más movimiento". Opinión que compartían Noelia, Dunia, Loly y Mila, quienes destacaban la seguridad de esta cala.

No todo eran bañistas ayer en La Garita. Profesores y alumnos de un programa de empleo destinado a la formación en el trabajo con personas con dependencia realizaban una ronda por diferentes zonas del barrio costero para comprobar cómo era su accesibilidad para las personas con movilidad reducida. Saliendo desde la sede ubicada en el edificio de Los Alisios y después de hacer un recorrido por locales como el de Correos, consideraban que la playa necesita mejorar la accesibilidad en alguinos puntos de su trayecto.

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