Los residentes en las viviendas de protección oficial de El Caracol no quieren que se "nos tome por tontos" y reclaman a la empresa pública Visocan que "nos entregue el proyecto sobre las obras que nos prometieron en los cuatro bloques". Tanto la presidenta de la asociación de vecinos como la administradora consideran que el gerente de Visocan, Víctor González, "nos está tomando el pelo y nos da largas con este tema pese a las veces que se lo hemos solicitado, pero no estamos dispuestas a seguir en esta situación".

Mientras, dicen, los bloques se van estropeando, no les funciona los hidrocomprensores, problemas de accesibilidad para las personas mayores y con movilidad reducida en la calle y unos aljibes donde les puede entrar el agua de los cuartos de baño, entre otras carencias bien apuntadas en su lista.

Ambas representantes de los vecinos que viven en régimen de alquiler en los 130 pisos repartidos en cuatro edificios y 17 portales opinan que se está jugando con ellos y no se les da la información real sobre qué obras se van a ejecutar en esta urbanización construida hace 21 años y habitada desde hace 19. Pagan un alquiler máximo de 400 euros, aunque con ayudas la cuota se queda en 289 euros, pero sin derecho a quedárselas en propiedad. En este tiempo, recuerdan, "solo pintaron las fachadas de los edificios a los cinco años de estar aquí, pero luego no se ha hecho absolutamente nada", explica Mabel Fernández, presidenta de la asociación que integra a los inquilinos de estas viviendas sociales. Un argumento que se constata fácilmente con un paseo por el exterior e interior de los bloques, donde el mal estado de algunas fachadas, con grietas bien visibles y peligrosas, verguillas más que barandillas para apoyarse o garajes donde el efecto de la humedad deja al descubierto no solo la falta de pintura, sino la contemplación de las vigas de hierro de los muros.

Y es que lo más urgente para estas representantes de estas 130 familias es que se ponga remedio al pésimo estado de los cuatro bloques. "Pero no nos quieren dar el proyecto de las obras pese a que en las reuniones que hemos tenido, cuatro y la última el pasado 19 de abril, se nos sigue dando largas y no hay forma de tener ese documento", argumentan. Pero algo saben por lo que han oído: "Esta semana han empezado las obras en el garaje, pero para nuestra sorpresa, se nos dice que solo se les han encargado el saneado de las paredes y pintarlas, nada más, y eso no fue lo que nos prometieron en Visocan, por lo que queremos ver el proyecto y comprobar si se han recogido nuestras propuestas o todo ha sido un engaño", expone Fernández.

Unas peticiones que se centran en un plan de rehabilitación de los edificios, de sus zonas comunes como los garajes o el entorno donde se encuentran. "Queremos también que los edificios tengan aislamiento térmico porque cuando hace calor las paredes queman y he tenido que poner una supersombrilla para evitar el calor", reclaman, además de solicitar que se impermeabilicen los bloques, se solucionen las humedades que existen o que arreglen una canalización que puede provocar que las aguas del baño vayan al aljibe.

Asimismo, critican que "se nos suba la cuota por el uso de unos hidrocompresores que no funcionan y que se encuentran en un pésimo estado". Además, denuncian que cada vez que llueve se inundan los garajes porque no se ha impermeabilizado y sus respiraderos están a ras de suelo y por ahí se cuela el agua. De hecho, un vecino, que tiene una de las tuberías, picada, encima de su vehículo, ha usado el ingenio y le ha colocado un plástico para evitar que su vehículo pase por el taller de chapa y pintura.

"También nos hemos enterado", alega Mabel Fernández, "que el presupuesto es de 325.000 euros y que para la impermeabilización de las azoteas solo tienen previsto arreglar 279 metros cuadrados en total y eso no da ni para un trozo de las que tenemos". Ambas representantes de los inquilinos aseguran que llevan cinco intentos fallidos para hablar con el responsable de Visocan, pero no han conseguido que les vuelva a conceder una reunión. "Queremos aclarar de una vez por todas este asunto y que se nos diga lo que van a hacer realmente, si no tendremos que buscar otra vía", advierten.