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'Media Luna' siente sus 18 años

El proyecto, creado para impulsar la inclusión de los niños de Jinámar, cumple la mayoría de edad

Hace 19 años que nació el proyecto Media Luna para atender al colectivo infantil más desfavorecido de Jinámar. Ahora, con la mayoría de edad recién cumplida, se trata de un grupo consolidado que sigue trabajando por la inclusión siempre desde el voluntariado y con un recorrido de unos 300 niños atendidos a lo largo de su historia. Ayer tuvieron motivos para celebrar, no solo por el cumpleaños cargado de orgullo y emoción, sino por un curso más que finaliza, sin olvidar la ocasión para recaudar fondos. Así, a través de una gala solidaria, invitaron al público a dejarse llevar y sentir las emociones que regalaron mediante canciones y bailes que acariciaron más de un corazón.

Es verdad que fue un jolgorio emotivo, pero invitar a sentir ya estaba premeditado. Los 25 niños -de seis a 14 años- que forman parte de Media Luna llevan todo el curso trabajando el reto de las emociones, "con el teatro y la música, llevándolas a escena después de enseñarles como gestionarlas", señala la coordinadora del proyecto -voluntaria como sus seis compañeros y otros colaboradores que lo hacen posible-, Cristina Perera. "El año pasado lo iniciamos y fue un éxito, por lo que quisimos traerlo a Valsequillo para que se conozca la actividad y nuestra labor fuera de Telde", agrega mientras fija que "los menores aprenden que todas las emociones son necesarias y que no hay ni buenas ni malas, para que así puedan cumplir su función adecuada".

De esta manera, en el acontecimiento más esperado del año retaron a los asistentes -en el Teatro Jacinto Suárez Martel- a "dejarse sentir", olvidando a un lado "el miedo a ser vulnerable y esa necesidad de esconder las emociones", alega Perera. Asimismo, después de presentar la tristeza, la alegría y el miedo, entre otras, explicaron por qué están en nuestras vidas y qué se puede hacer para solucionar las que no afectan demasiado bien.

Y, como era de esperar, ellos, los más pequeños, fueron los protagonistas de la velada. Con actuaciones preparadas con el alma e ilusión puesta en cada paso o letra, animaron al público con temas como Respirar de Bebe, Cuando me siento bien de Efecto Pasillo o Todo tiene su hora de Juan Luis Guerra. Canciones elegidas a conciencia para poner la piel de gallina y el alma más activa que nunca.

Después de un entramado cargado de felicidad, con pequeños, voluntarios, familiares y otros que no quisieron perderse la gala por nada del mundo, los protagonistas recordaron el poco tiempo que les queda para disfrutar del campamento de verano que se organiza cada año desde Media Luna. "De hecho, el proyecto surgió sólo para esta actividad y para que los niños no pasaran el verano en la calle", relata la coordinadora.

Ella y sus compañeros miran hacia atrás y ven los cambios que ha experimentado esta ilusión que nació desde la parroquia de Jinámar. "Poco a poco nos hemos hecho más fuertes y, al final, empezamos a reunirnos los sábados por la mañana cada 15 días", destaca contenta a la vez que resalta que "lo que se trabajan son habilidades sociales, gestión del tiempo libre, valores, creatividad, higiene personal o actividad deportiva, además de hacer excursiones a diferentes espacios de la Isla o actividades como hípica".

Con el paso de los años, han conseguido tener un local propio, ganarse la confianza y participación de las familias, sentimiento grupal y "que los menores que han pasado por aquí se hagan premonitores o nos recuerden y saluden cuando nos ven con gran alegría", apunta Perera. Ahora, el próximo destino -donde pasarán un fin de semana- es el Aula en la Naturaleza Las Tirajanas, en Santa Lucía, espacio que les hará sentir emociones dignas de un campamento inolvidable.

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